El matador de toros, Ignacio Garibay, se despedirá de Querétaro el próximo 25 de diciembre durante la corrida navideña, alternando con Diego Ventura y Jerónimo. En agosto de este año, arrancó su gira de despedida, la cual culminará el próximo año en Aguascalientes.

“Ha sido sumamente difícil porque tuve que tomar la decisión de dejar de hacer lo que más me enamora. Me encontré en un momento de mi vida donde estaba abrazando algo que se me iba a acabar, como dicen, hay que irse de los lugares 5 minutos antes de que te echen, creo que esa ha sido la realidad”, explicó el torero para El Universal Querétaro.

El 25 de diciembre lo llena de mucha ilusión. Querétaro no solamente fue un ruedo más, aquí se estableció con su familia y fue adoptado por el público que lo sentía queretano.

“Lo que pueden esperar es una entrega total, un compromiso, porque estoy agradecido con esta ciudad que nos ha abierto las puertas a mí y a mi familia, entonces por el cariño que le tengo a la ciudad y a la afición pueden esperar a un Ignacio Garibay que va a salir: pleno, contento, comprometido, que quiere dejar huella y ese recuerdo bonito de lo que ha sido mi carrera”, expresó.

Luego de 23 años de que tomó la alternativa, Garibay compartió el aprendizaje más memorable que le dejó su carrera.

“Es un poco grosero, pero lo diré porque es una frase que decimos mucho los toreros -a cojones grandes, toro- hay que tener mucha mano izquierda para lidiar todos los toros de tu vida”, dijo.

Después de 7 salidas a hombros de la plaza de toros México, luego de haberse presentado 8 veces en Madrid, haber ganado un escapulario de oro en Perú, tener trofeos por sus faenas y ser triunfador en plazas como la de San Luis Potosí, Guadalajara, Zacatecas y León, para el matador nunca será suficiente.

“Me hizo falta conseguir algunas cosas con las que soñé y que por alguna razón no se pudieron concretar, pero, por otro lado, creo que he tenido una carrera digna e importante. Siempre quedan cosas por conseguir, pero estoy en paz con lo que ha sido mi carrera”, afirmó.

Son muchos los recuerdos que tiene en los ruedos, pero para él, una de las tardes que será memorable, es la del pasado noviembre en la plaza México, donde cortó dos orejas de toros de La Estancia.

“En esta temporada de despedida he vivido experiencias impresionantemente bonitas. Por la importancia que tiene la plaza y lo que ha representado para mí, creo que salir a hombros de la plaza México ha sido una de las tardes en donde mayor éxtasis he podido conseguir, es difícil de explicar, pero fue una de esas tardes que no cambias por nada”, sentenció.

arq

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