El verano del 2016 fue un punto de inflexión para Paola Pliego. Una prueba antidopaje realizada en un torneo panamericano de esgrima en Ciudad de Panamá y, que posteriormente fue analizado en el laboratorio de Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), le truncó el sueño y también las aspiraciones de ir a los Juegos Olímpicos de Río 2016, a los que ya había conseguido la clasificación.

Ese episodio también detonaría su rompimiento definitivo con las máximas autoridades deportivas mexicanas.

Con la Conade, porque ahí se encuentra el laboratorio en el que se analizó la muestra antidopaje en la que supuestamente falló y que posteriormente reveló el laboratorio de Colonia, Alemania, que no había sido así.

Con el Comité Olímpico Mexicano (COM), porque un visto bueno que no dio ese organismo le impidió seguir compitiendo por México, luego de que la Federación Internacional de Esgrima estuviera al tanto del bloqueo que sufría por la Federación Mexicana de Esgrima (FME), mientras que con la FME, precisamente por ese bloqueo, que se generó porque el organismo se negó a inscribirla en competencias internacionales como represalia por criticar abiertamente sus irregularidades.

“Estamos demandando por daño moral en contra de estos tres organismos”, explica Alberto Román, abogado de Pliego a EL UNIVERSAL Deportes. “No es contra los directivos que dirigen o dirigieron estas instituciones, es contra los organismos. Buscamos una suma de dinero para tratar de resarcir los daños que sufrió Paola”.

La suma económica aún no está definida y lo estará hasta mediados de octubre, cuando la demanda tenga una resolución. Sin embargo, el proceso está lejos de terminar, debido a que los tres organismos podrían recurrir a un amparo y que podría alargar este proceso jurídico.

Román ve problable que tanto la Conade, el COM y la FME interpongan este recurso.

“No es lo único que queremos, también buscamos una disculpa pública por parte de ellos. Exigiremos que haya espacios en los medios de comunicación en los que estos organismos publiquen su disculpa, en caso de ganar. Periódicos, televisoras, radios… todos los medios los contemplamos”, agrega el abogado.

El juez, cuenta Román, calculará la suma económica que pueda cubrir el daño moral con base en los premios y potenciales patrocinios que pudo perder al quedar fuera de Río, además de otros recursos económicos que pudo conseguir en su participación en los Juegos Olímpicos del 2016.

El motivo de la demanda, cuenta el equipo legal de la esgrimista, también es dar a conocer al público el daño que le infligieron las autoridades a la queretana, quien recientemente representó a Uzbekistán, luego de que la Federación Internacional aprobara su cambio de país para competir.

“Queremos que su caso retumbe, que sea fuerte. Ese es nuestro verdadero objetivo”, enfatiza Román.

Esa es la otra lucha de Paola Pliego, quien no quiso hablar para la elaboración de esta nota.

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