El parkour, también conocido como el arte del desplazamiento, está buscando culminar su profesionalización en México, ya que, aun con tener 17 años en el país, para muchas personas esta actividad sigue sin considerarse como un deporte y mucho menos una disciplina.

“A lo primero que nos enfrentamos, por ahí del año 2000, fue al no conocimiento de lo que hacíamos y, por lo mismo, no sabíamos cómo explicarlo. La sociedad te veía usar las bancas de un parque de otra forma y pensaban que éramos vándalos.

“Cuando comenzó a crecer, la gente pensaba que entrenabamos para escapar de la policía, lo relacionaban con gente sin quehacer con problemas de autoridad; actualmente no hay cosas tan negativas, como es cada vez más reconocido, pero los tabúes siguen”, dijo Moisés Ramos, delegado de la Selección Mexicana.

Este año, por primera vez, el parkour formó parte del calendario de eventos de la Federación Internacional de Gimnasia, que podrán acceder a un ranking internacional; en abril estaba planeado que se llevara a cabo el campeonato mundial, en el cual México participaría con una delegación de siete atletas: Oswaldo Cruz y Kiara Guerrero, representantes de Querétaro; de la Ciudad de México: Karla Castellanos, Ella Bucio, Raquel Bequer, Jonathan Hernández y Christopher Zubilaga.

Pero más allá de posicionar a México en el top internacional, este grupo busca que el parkour tome fuerza, sea considerado una disciplina y siga cambiando la vida de jóvenes para algo benéfico.

Más que brincos

Parques, edificios y puentes son los lugares más comunes donde se les ve practicar parkour, pero de manera profesional existen escenarios que son montados para realizar competencias a nivel profesional. Esta disciplina no solamente consta de dar un buen salto y alcanzar el muro que está enfrente, requiere destreza mental, concentración y entrenamiento.

“Hay familiares que te dicen que lo dejes por el miedo a que te lastimes, pero realmente es porque es algo nuevo, porque si el niño practica karate, es ir a intercambiar golpes con alguien, y ahí no te hablan sobre la posibilidad de lastimarse, pero es porque ya lo conocen o piensan que es solamente un pasatiempo.

“También hay practicantes que no saben proyectarse y eso nos complica a las personas que intentamos profesionalizarlo, sobre todo por algunas actitudes, pero es parte del trabajo”, mencionó Gabriel Mendoza, quien es el entrenador nacional.

El parkour tiene dos modalidades: estilo libre y velocidad, ambos pueden practicarse por hombres y mujeres; a las mujeres se les conoce como traceuses, mientras que los hombres reciben el nombre de traceurs, denominaciones que nacen de la palabra francesa para “trazo”, que es el nombre que reciben los movimientos realizados en el parkour.

“Me lo presentó un exnovio que lo practicaba y después fui investigando si había más gente que lo hiciera, y encontré un grupo de gente que lo practicaba más, era como pasatiempo, pero lo hacían más recurrente.

“Después de un año, conocí Perfect Jump, que es algo más formal, y de ahí poco a poco, con Moisés, estuve entrando de manera profesional y luego de cuatro años que empezó como un juego, me di cuenta que soy bastante buena, casi no hay chicas que lo practican en México y eso fue lo que más me motivo a seguir adelante de manera profesional”, expresó Kiara Guerrero, quien representa a Querétaro.

Este deporte es de apreciación, en el estilo speed run se trata de superar obstáculos y cumplir con los puntos a contrarreloj; el estilo libre o freestyle es más e apreciación, se califican tres criterios: la ejecución, la composición que permite a los competidores ser creativos en sus movimientos, y la dificultad que lleve su ronda.

“Hay muy alto nivel a en el lado internacional, aquí en México [también], precisamente estamos apoyando a los atletas para que tengan esa experiencia, Karla ya ha competido de forma internacional en Japón y todos los demás atletas están demostrando buen nivel, yo creo que van a dar un buen espectáculo”, explicó Mendoza respecto al mundial en el que participarán.

Cambio de vida

Los practicantes de parkour tienen sus objetivos claros, relatan cómo esta disciplina les ha cambiado la vida, de una forma en la que las ha hecho ser mejores personas y por ello, además de llevar a la profesionalización este deporte y que sea reconocido como tal, la intención es que más personas se sumen a su práctica.

“Mi motivación es seguir desarrollando el parkour en México, impulsar nuevas generaciones que puedan darle continuidad a todo esto que hacemos, que no quede como una moda, sino prevalezca por generaciones, que esto se vuelva como una especie de arte marcial milenario, que pueda cambiarle la vida a la gente como me la ha cambiado a mí”, explicó Moisés Ramos.

Para Kiara, la connotación del parkour tiene un toque feminista, y es que otro de los tabúes es creer que este deporte es para hombres: “Más que ganar una medalla o competir en algún evento grande, mi objetivo es que más niñas se interesen y que no lo vean como una actividad peligrosa o para niños, sino que lo vean como una herramienta para solucionar problemas con la mente”.

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