El exmaratonista olímpico Germán Silva se encuentra en Querétaro haciendo escala dentro del maratón que corre desde Tijuana con destino a Cancún, el cual inició el 2 de noviembre a través del cual busca mostrar al mundo otro rostro de México, ese que rara vez se publica en medios internacionales, el de los caminos de tierra, las comunidades y los platillos típicos.
Germán recuerda que por un tiempo vivió en Holanda, donde las únicas noticias que trascendían de México eran negativas, información sobre violencia y narcotráfico, lo que le generó la idea de mostrar un México que no es violento, que es hermoso, tiene historia y lleno de vida.
“Todo esto es un compromiso de compartir, a través de los pies de un corredor, un hilo conductor de todo lo que la tierra mexicana nos puede dar.
“La idea es simple: mostrar a México como es, no como no lo dicen. A veces nos dicen que México es violencia, es narcotráfico y realmente no es eso. Buscamos poder plasmar eso y transmitir que México es un país seguro”, destaca.
Germán cumplió en Querétaro los primeros tres mil kilómetros corridos de su meta de 5 mil 400, en un día muy especial, no sólo porque llegó a la tierra que eligió como su hogar, donde vive desde hace años, sino porque llegó en el día en que cumplió 54 años de vida, en un recorrido por la Sierra Gorda queretana, donde llegaron a correr con él amigos, compañeros y familia.
“Este proyecto nos da no sólo para poder ver y trabajar en temas de turismo deportivo (…) Nosotros desde el sábado, en la Sierra Gorda de Querétaro, recorrimos una parte de lo que es el camino de Fray Junípero Serra, de las misiones. La Sierra Gorda todavía ni la acabamos de pasar pero es la montaña rusa más grande del mundo, son subidas, bajadas”, apunta.
Luego de 60 días corriendo, Germán decidió hacer una pausa y dar a conocer a México el proyecto que está realizando, a través de una rueda de prensa que ofreció a los medios de comunicación, la primera en este ultra maratón, donde se mostró orgulloso y feliz de poder romper paradigmas y demostrarse a sí mismo que puede ir más allá de sus propios límites.
“El ser humano vivimos de premios constantes, si tú haces lo mismo diario, llegas a un nivel de excelencia en el cual vas a lograr conquistar retos desde pequeños hasta grandes.
“Mi primer reto fue el primer día, después los primeros 10, los primeros 10 días yo me preguntaba más bien qué no me duele (…) y de pronto empiezas a ver esa transformación de que hice lo mismo, comí bien, descansé, y te vas dando cuenta de que el cuerpo se empieza a adaptar y ser persistente.
“Hay días difíciles, incluso en el kilómetro mil tuve una lesión muy fuerte, pero lo que me sacó adelante fue la disciplina de acostarme con ganas de que al otro día amaneciera para levantarme a correr”, relata.
Son tres mil kilómetros los que lleva Germán Silva, el recorrido que ha realizado hasta el momento representa 7.5 ascensos al Everest, pues son más de 60 mil metros ya ascendidos, más lo que le faltan; todo ello ha representado 60 maratones corridos en 60 días, un promedio de 48 kilómetros diarios.
