Marco Antonio del Prete Tercero es secretario de Desarrollo Sustentable en Querétaro y, además de encabezar la política económica de la administración estatal y lograr concretar múltiples inversiones para el estado, es de los deportistas más completos dentro de la administración estatal.

Este domingo Del Prete Tercero participó en el Querétaro Maratón en el que corrió, junto con miles de personas, 21 kilómetros en su camino para llegar al maratón de Nueva York que se tendrá lugar el próximo 5 de noviembre.

Del Prete comenta que su amor por los deportes iniciaron desde pequeño. Sus padres le inculcaron la actividad física como parte de su día a día; primero aprendió a nadar y después adoptó el tenis como una de sus grandes pasiones.

“Me acuerdo de muy pequeño nadar y muchos años jugué tenis. Yo quería ser jugador profesional, como muchos, no me dio la disciplina ni el talento para ello, pero jugué muchos años hasta cuando entré a la universidad y de ahí la carga de trabajo, por los estudios, dejé de jugar y de hacer ejercicio de manera constante”, recuerda.

Fue hasta el año 2000 cuando retomó el deporte como parte de su vida y en esta ocasión decidió salir a las pistas a correr y recuerda que su primer carrera fue de 10 kilómetros; la satisfacción fue como la de “haber hecho un maratón”.

“Por ahí de 2007 empecé a caminar, porque me lesioné y empecé a caminar otra vez y no fue hasta 2009 que mi hijo el pequeño me dijo: ‘oye papá, estás muy gordo’, entonces me picó el orgullo y empecé a correr, a mejorar mi alimentación, y ahí fue cuando lo tomé más en serio y desde esa fecha hasta ahorita es que llevo haciendo ejercicio”, comenta.

A partir de ahí se puso retos hasta mejorar poco a poco los tiempos e incrementando distancias. Por ello en 2010 llegó a la conclusión de que la experiencia en la natación ya la tenía, le gustaba correr y la bicicleta, por lo que decide participar en un triatlón olímpico. Al superar el reto, se plantea correr su primer medio maratón, siendo el Querétaro Maratón precisamente el primer lugar donde lo hizo para, en 2011, lanzarse por el maratón completo de 42 kilómetros, también en Querétaro Maratón.

Para octubre de 2012, recuerda, hizo su primer Ironman, una triatlón extremo de larga distancia que combina tres deportes: natación, ciclismo y carrera, el cual conlleva alrededor de 12 horas de competencia.

Tras recuperarse de una lesión en el tendón de Aquiles, en 2017 hizo su primer Ironman completo, sumando a la fecha cuatro participaciones en este tipo de competiciones, las cuales, asegura, se han vuelto terapéuticas, pues son un espacio de meditación que le ha permitido “estar bien conmigo y estar bien con los demás”.

Desde que participó en su primer Ironman ya se encontraba al frente de la Sedesu, por lo que reconoce que lograr empatar los tiempos de entrenamiento, no descuidar la familia y atender los temas de trabajo se volvió todo un reto que logró superar con disciplina y el apoyo de seres queridos.

“Mi decisión de hacer un Ironman completo fue demostrarme a mí mismo que sí se puede y de alguna manera tratar de ser un ejemplo para el equipo de trabajo, para quienes me rodean, de que no hay imposibles”, apunta.

Asegura que en el deporte ha encontrado un espacio de reflexión para los problemas que pueden presentarse, incluso en el ámbito profesional.

“Te ayuda mucho a pensar, como una meditación activa. Un privilegio poder hacerlo y te ayuda para que tus responsabilidades familiares, profesionales y deportivas las cumplas de mejor manera”, concluye.

El ejercicio como forma de vida

Héctor Ayala es periodista de profesión y recuerda que toda su vida ha participado en algún deporte, teniendo como primera pasión el fútbol americano, disciplina que dejó de practicar hace cinco años. Entonces descubrió el roller derby en patines, un deporte en el que representó a Querétaro en competencias nacionales.

Reconoce que su vida no se entendería sin el deporte, pues diario asiste al gimnasio, al que sumó correr y andar en bicicleta, ésta última también se ha convertido en su forma favorita de trasladarse.

“Hace 12 años que comencé a correr, creo que fue una carrera del Seguro Social. Fueron 5 kilómetros, la primera carrera que hice, por 5 de Febrero en ese tiempo y a partir de ahí me gustó. Empecé con carreras cortas hasta subir a 10, luego a 15, después 21 y ahora los 42 kilómetros en el Querétaro Maratón”, comenta Héctor.

Luego de participar en medios maratones en dos ocasiones, ayer domingo, Héctor corrió sus primeros 42 kilómetros, armado con sus audífonos, donde sonó el rock y el metal, fieles compañeros de vida; un reto que, reconoce, lo tenía nervioso, pero confiado de la preparación que tuvo.

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