La sangrienta batalla entre fanáticos de Atlas y Gallos el pasado 5 de marzo de 2022 cimbró a todo Querétaro. Un episodio sin precedentes que marcó al futbol mexicano.
Sin embargo, a dos años de la tarde imborrable, poco y nada ha cambiado en el estadio Corregidora. La “Resistencia Albiazul”, barra brava de los Gallos Blancos, aún continúa cumpliendo su castigo, pero los problemas van más allá.
De acuerdo con Amílcar Godínez, líder del grupo de animación del Querétaro, ve situaciones “graves” en La Corregidora.
“El tema en Querétaro es grave. El desastre del 5M es un error totalmente del club y del estado. Quieren limpiar su error con una estrategia de cero tolerancia… Cada vez tienen menos aficionados, regalan boletos por todos lados en una medida desesperada”, dijo paraEL UNIVERSAL Deportes.
El fanático de los Gallos Blancos, barrista durante más de dos décadas, acusó temor de los aficionados en ir a su propio estadio para ver al Querétaro.
“La gente ya no quiere ir. La autoridad se confundió en que seguridad es cero tolerancia, es violencia, es hostigamiento. En el estadio Corregidora hay un montón de testimonios de personas que ante el mínimo detalle son retirados, algunos con violencia”, aseveró.
La discriminación, como parte de sus protocolos, es algo que se ve en ocasiones en las inmediaciones del inmueble. Sin dejar de lado la mala experiencia que puede significar para los aficionados del equipo rival.
“Prohíben a los visitantes entrar con las playeras de sus equipos, no entras con playeras de la barra y si tienes un aspecto con rastas, perforaciones, mal vestido, te cuestionan. Es algo grave, pero es hasta discriminación”, concluyó.