GUADALAJARA.— Casi 20 minutos después de lo planeado, Marco Fabián y Jorge Enríquez aparecen. Llegan por separado en automóviles de lujo. Han venido a traer sonrisas, pero también a llevarse un mensaje de vida. El Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) de Guadalajara les espera ya. Chivas continúa con labor social.

La mirada del pequeño Rafa se ilumina cuando ve el movimiento que provoca el arribo de los futbolistas. Sobre su silla de ruedas, en la puerta de entrada, aguarda desde hace un buen rato. Los jugadores abandonan sus vehículos. Se encuentran con él. Se detienen para saludar. “¿A quién le vas?”, pregunta Fabián. “¡A Chivas!”, responde a gritos el niño sonriente.

Chatón, acompañado por su pequeña sobrina Paula, cada vez que tiene oportunidad toma en brazos a los niños que encuentra durante el recorrido. En muchos casos, la terapia se interrumpe por algunos segundos, pero las sonrisas fluyen por el lugar.

Los rojiblancos se detienen con Paulina. Lo aparatoso de la máquina sobre la que realiza su rehabilitación impresiona a los jugadores. Se detienen a conversar con ella. “Soy chiva de corazón”, les dice, emocionada. Fabián pregunta sobre su recuperación. Es quien se queda más tiempo.

Enríquez se topa con una pequeña vestida de Blanca Nieves. La pequeña estira los brazos. Chatón la carga, sonriente. No es que siempre vaya con esa ropa al CRIT. Es un día especial. Brittany cumple tres años de edad. El futbolista le obsequia un dulce para conmemorar el aniversario.

Poco más de una hora después, el recorrido termina. Aseguran que fue por voluntad, sin obligación de la directiva, que había anunciado que parte del “castigo” a los fiesteros, Giovani Casillas y Carlos Fierro, sería realizar labor social. Fabián y Enríquez fueron excluidos del escándalo.

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