La fiesta brava no está dominada por el machismo, más bien las mujeres no se acercan a la tauromaquia, principalmente por esos prejuicios que existen aún alrededor del toro, afirmó la novillera Lulú de la Vega.

Lourdes Carolina de la Vega Tinajero, mejor conocida como Lulú de la Vega, “porque es más pegajoso”, empezó a torear a la edad de 14 años casi a los 15 con la escuela taurina de Querétaro hizo su debut como becerrista el 3 de septiembre de 2006 y toreó por primera vez un encuentro de escuelas en junio de 2007.

La novillera lamenta que actualmente las mujeres en la fiesta brava no se unen para apoyarse entre sí y enfrentar un entorno que si para los hombres es complicado, para las mujeres lo es el doble.

Lulú es la primera mujer en la historia de la Santa María que debuta como novillera y ya tiene de 2009 a la fecha como tal.

Ha hecho preparación taurina en España, en la Escuela Taurina de Jérez, donde la apoyaron con campo con tentaderos, “me fui para un proyecto que iban a hacer en Sevilla con puras mujeres toreras (en 2011), se quiso hacer, pero el problema es que costaba mucho dinero porque las querían concentrar en un solo lugar con preparadores físicos, con nutriólogos, todo en muy buen nivel, pero no hubo el apoyo que se necesitaba y lo suspendieron”.

En 2008 hizo se debut internacional en Perú, en Ecuador y en Querétaro, Guadalajara, Puerto Vallarta, aunque lamenta no haberse presentado como novillera en la Santa María, (como becerrista si ha toreado) y recientemente estuvo en Tampico, Tamaulipas, aunque no torea mucho por una lesión.

“El 5 de febrero de 2009 me presenté como novillera sin picadores en la plaza La Paloma de Puerto Vallarta, ese día corto dos orejas, convirtiéndome en la primera mujer en lograrlo y salir a hombros… a la ambulancia, (risas) porque entrando a matar me trompicó el toro y me rompió el peroné".

Por cuestiones de confianza con el doctor se operó en Querétaro y todo el trayecto lo hizo con la pierna rota y ha tenido problemas con la fractura “me ha limitado mucho el tema de torear mi carrera no ha llevado la continuidad que yo quisiera ha sido en rehabilitación".

Pese a ello, la joven no se desmoraliza.

Además, niega que en el torneo haya machismo.

“Si nos ponemos a ver el porcentaje de los hombres y las mujeres que torean la verdad es que nuestro margen es mínimo. Y si a eso le sumas que muchas veces algunas mujeres carecen de la preparación que hoy día se exige, que es una preparación en España, que es estar al 100% de tiempo, es rodearte de mucha gente y a muchos toreros hombres les pasa, no están rodeados de la gente adecuada y no porque no sepan, sino porque los resultados no se dan”.

En la escuela taurina han pasado muchas mujeres, pero actualmente es la única que queda.

Por otro lado, los empresarios, si le dan la oportunidad a una mujer y no responde, le cierran las puertas a las demás, pensando que tendrá los mismos resultados.

“Si un empresario va a hacer un cartel quiere que sea llamativo, que le traiga buenos resultados, por ejemplo luego vemos en los carteles a Hilda Tenorio, a lfinal ella te dice: ‘me pusiste y valió la pena’. Pero luego pasa que ves a otras mujeres anunciadas y no pasa nada, eso afecta a las pocas que hay, porque los empresarios se decepcionan si a la primera vez que se presenta una mujer no triunfa.

“También entre mujeres suelen tirarse entre ellas, pero se tienen que unir, hacer una fuerza que dé resultados, solamente así se van a abrir más plazas. Ver torear a una mujer es diferente, porque lo hace con más naturalidad y con mucho arte, me da mucho coraje que no haya más mujeres toreando”.

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