Lewis Hamilton es cuatro veces campeón del mundo. Un noveno lugar en el Gran Premio de México le fue suficiente para sumar una nueva corona de Fórmula Uno.

El piloto de Mercedes tuvo que celebrar fuera del podio; su festejo estuvo sobre la pista, donde pertenece, y le otorgó el escenario al holandés Max Verstappen, ganador de la carrera en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

El británico quería celebrar con champaña, pero después de una de las carreras más alocadas en su trayectoria en F1, la emoción lo llevó a un recorrido inesperado en el circuito tricolor, con la bandera de Gran Bretaña sobre sus hombros.

Hamilton se une a la lista de tetracampeones de la categoría madre del automovilismo. Empató los registros de Sebastian Vettel y de Alain Prost.

El alemán de Ferrari se fue de nuestro país con las manos vacías. Seb tuvo una magnífica carrera, pero el cuarto lugar fue inútil, ya que sus errores en la temporada facilitaron la coronación temprana del oriundo de Stevenage.

Lo que pudieron ser 71 vueltas de pura rutina para Hamilton, fueron de total agravio. El GP de México fue emotivo, divertido y sufrido para Lewis, ya que en el comienzo de la justa, un impacto con Vettel le ponchó un neumático trasero, que lo obligó a salirse por un rato.

“Eso ya no importa”, dijo más tranquilo en conferencia de prensa. “Lo importante es que no me rendí. Hice lo mejor con lo que tenía”.

El inglés regresó al circuito como último lugar en la Magdalena Mixhuca y se le complicó mucho recuperar lugares.

Mientras Hamilton sufría desde atrás, Vettel no se cansaba de rebasar oponentes. El teutón buscaba el segundo o el primer lugar de la carrera para alargar la coronación del de Mercedes, mínimo, hasta Brasil, pero no le alcanzó para rebasar al victorioso Verstappen; ni a Valtteri Bottas (Mercedes) o Kimi Raikkonen (Ferrari), quienes cerraron el podio.

“Es muy decepcionante, la verdad”, expresó el alemán. “Todo lo bueno que hicimos ya no tiene importancia. Lo que ha hecho Lewis en el año se merece todo el reconocimiento y el día le pertenece a él”.

Vettel felicitó a Hamilton e intercambiaron un abrazo de respeto frente a las cámaras.

Es el tercer título de Lewis con Mercedes, su casa desde 2013, donde se coronó en 2014 y 2015 —su primer trono llegó en 2008, cuando era un joven volante de McLaren—. La escudería alemana suma su cuarta corona consecutiva, ya que el campeón del año pasado de Fórmula 1 fue el ya retirado Nico Rosberg.

Después de superar la marca de títulos de su ídolo Ayrton Senna, la próxima meta para la estrella de Mercedes se llama Michael Schumacher. Se desconoce hasta cuando el inglés se mantendrá en F1, pero si decide quedarse será para empatar al alemán, máximo piloto con siete coronas.

“No corro para romper récords, lo hago para ganar carreras. Lo que hizo Michael ha sido increíble”, continuó Lewis Hamilton. “Ahora, sólo pienso en el quinto título”.

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