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Dan muestras de cariño a "Chucho"

Dan muestras de cariño a "Chucho"
29/07/2013 |23:26
Redacción Querétaro
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El Nido de Coapa amaneció con la trágica noticia. Nadie podía creerlo. Una a una se han suscitado múltiples muestras de cariño hacia el multicitado ídolo americanista, Christian Benítez, quien inesperadamente falleció ayer en Qatar.

Además del moño negro que colocó el Club América a las afueras del portón principal, los aficionados, de manera espontánea, respondieron a ello al decorar el lugar con flores, además de colocar una veladora, y varias fotos del futbolista, algunas de ellas con el reciente trofeo de campeón, y otras en sus clásicas celebraciones, cada que anotaba.

Mejor todavía, algunos fanáticos pegaron un par de cartulinas en blanco, las cuales, rápidamente fueron cubiertas por dedicatorias de los asistentes.

“Eterno azulkrema, por tantas alegrías CB11”, expresa uno de los escritos estampados abajo del moño que colocó el personal del club en la puerta principal. “Sigue haciendo goles en el cielo, la banda de Iztacalco presente”, añade otro.

“Ahora serás estrella arriba, vamos Chucho”, relató alguien más. “Chucho, siempre estarás en el corazón de los americanistas”, incorporó alguien más, porque más allá de la mala noticia, su afición se expresó de mil maneras, con la alegría de saber que su ídolo siempre estará en su conmovido corazón.

Las porras y las dedicatorias no se hicieron esperar: “Te vamos a extrañar”, coreaban las decenas de fanáticos que acudieron a los campos de entrenamiento.

Uno de los infaltables a los afueras del Nido es Fernando Villavicencio. Vendedor de playeritas y pósteres, con los autógrafos de los jugadores americanistas, mostró una foto en la que aparece con El Chucho, junto a un “San Juditas”, según compartió: “Esa foto va a ser inolvidable para mí, de hecho, la voy a mandar hacer más grande, la voy a encuadrar y es la que voy a estar trayendo a diario, como seña de cariño y tristeza, porque ya no va a ser lo mismo el América sin él”, aseguró.

“Me enteré por la mañana y no lo creía. Aún en este momento, no lo puedo creer”, se resistía Villavicencio. “Me cayó como una cubetada de agua helada, nada más de saber lo que le pasó a Chucho”.

“Siempre fue muy humilde para darnos autógrafos”, rememoró.