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Phoenix.— Nunca han trabajado juntos, tampoco son amigos, pero las carreras como entrenadores de Bill Belichick y Pete Carroll se entrelazaron desde hace 15 años y seguirán ligadas para siempre, sin importar lo que ocurra el domingo en el Super Bowl.

Belichick será el tercer entrenador en la historia en medirse a su predecesor en el cargo en un juego por el título, pero ninguno de los anteriores tiene una historia como la que él comparte con Carroll.

Antes, Jon Gruden, de Tampa Bay, se midió a Bill Callahan, de Oakland, en el Super Bowl XXXVII y Weeb Ewbank, de los Jets, ganó el Super Bowl III al superar a su anterior equipo, Baltimore, entonces dirigido por Don Shula.

Pero la historia de esos dos casos no tiene nada que ver con el pasado y el presente que comparten Belichick y Carroll, quien fue entrenador de los Patriots, entre 1997 y 1999.

Tras lograr marcas de 10-6 y 9-7, que incluyeron clasificaciones a postemporada, Carroll vivió una tercera campaña de 8-8 y fue cesado por el dueño Robert Kraft, quien eligió a Belichick como su sucesor.

“No tengo resentimientos con Robert [Kraft]. Él me dio la oportunidad y siempre estaré agradecido por eso. Es cierto que también me corrió y lo recuerdo, pero hemos mantenido una relación respetuosa a lo largo de los años”, recordó Carroll, quien en su última temporada con los Patriots perdió dos juegos por fallas del pateador Adam Vinatieri.

Si Vinatieri, quien ahora es considerado uno de los mejores pateadores de la historia, hubiera concretado dos goles de campo en derrotas ante Kansas City y Buffalo, que fueron por cinco puntos combinadas, quizá Nueva Inglatera habría terminado con marca de 10-6 esa campaña, clasificado por tercer año a postemporada y Kraft lo hubiera mantenido en el cargo.

Pero no fue así, Carroll quedó en el desempleo y Belichick llegó al relevo con los Patriots, aunque para que eso se concretara se tuvieron que combinar muchos factores.

Belichick, quien había hecho una carrera como asistente con Bill Parcells, pero fracasó como entrenador de Cleveland, asumió el puesto de coach de los Jets, cuando Parcells renunció, aunque finalmente decidió no permanecer en el cargo, porque el equipo estaba cambiando de propietario y su futuro era incierto.

Para firmarlo, los Patriots tuvieron que ceder tres selecciones colegiales, porque de lo contrario, Belichick habría permanecido al menos un año más sin poder ir a ningún equipo y Nueva Inglaterra habría sido forzado a irse por otra ruta para encontrar al suplente de Carroll.

“Necesitaba que eso ocurriera para que yo descubriera qué era lo correcto. Estoy orgulloso de haber pasado por ese proceso, porque al final salió bien todo”, aseguró Carroll.

Tras ser cesado por Kraft, Carroll emigró a la Universidad de California para ganar dos campeonatos nacionales con los Troyanos, antes de volver a la NFL para liderar a Seattle al primer título de su historia, el año pasado.

Si ganan el partido del domingo, los Seahawks serán el primer equipo en repetir desde los Patriots de Belichick en las temporadas de 2003-04 y Carroll será el primer coach que gana un bicampeonato colegial y uno profesional.

Lo que hizo Belichick tras asumir el puesto dejado vacante por Carroll tampoco es poca cosa. En sus primeros cinco años ganó tres trofeos Lombardi y convirtió a Nueva Inglaterra en un ejemplo de franquicia modelo, para conseguir el éxito ininterrumpido cuando se pensaba que eso no se podía lograr en la era del tope salarial.

Si gana el Super Bowl el domingo, se unirá a Chuck Knoll como los únicos con cuatro anillos de Super Bowl y acrecentará su leyenda como uno de los mejores entrenadores de la historia.

Una leyenda que no tendría un origen, sin la existencia de Carroll.

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