León.— A vuelo firme, el América llegó a semifinales. Las Águilas firmaron en León lo que habían sentenciado en el Estadio Azteca. Caer 2-1 en la vuelta fue lo de menos, porque el global (3-5) robusteció su condición de serio aspirante al título del Torneo de Apertura 2015.

A León no le alcanzó. La gesta heroica pedida por su director técnico no llegó, y ahora se tendrán que replantear si la era de ‘Gullit’ y compañía ha llegado a su fin.

Hasta el minuto 43, el América había hecho el juego perfecto. Apoyado en una bien poblada media cancha, una defensa en forma y un ataque variado, las Águilas le pusieron cadena al León, que impetuoso, se fue al ataque sino orden.

Los primeros 15 minutos fueron de agobio local, el cual no fue bien canalizado, siendo lo más peligroso un gol de Carlos Peña bien anulado por claro fuera de juego. Aunque la tribuna local lo resurgió, aún dolida por aquel penalti fantasma que marcó la serie en el primer juego.

América fue compacto y peligroso. Ya con su mariscal en el campo, el muy útil Osvaldito, los capitalinos jugaron al contragolpe disfrazado, ya que cada que tenían la pelota no iban encarrerados, sino que adormecían el balón para ganar tiempo. Varias ocasiones claras tuvieron las Águilas, la primera con Peralta que sacó a Yarbrough de la portería, pero el bombazo fue desviado por Burdisso, y después el mismo Yarbrough en un lance desvió el tiro de Osvaldo Martínez.

León despertó. A base de jugadas a balón parado comenzó a presagiar peligro. El reaparecido Boselli falló dos a bocajarro. En la tercera que inventó el balón salió rechazado a Burbano, quien sin titubear venció a Moi Muñoz, justamente al minuto 43, los que tardó León en meterse a la batalla.

América comenzó muy nervioso la segunda parte. El gol en contra cambió la perspectiva del juego. Fueron minutos de agobio, de los cuales el ‘Ave’ salió bien librada, para que después saliera a relucir el colmillo largo de Rubens Sambueza, Osvaldito Martínez y el ‘Hermoso’ Peralta, quienes a base de velocidad comenzaron a apagar el sueño leonés.

Yarbrough le dio vida a los de casa al atajar un disparo de Peralta y un cabezazo de Darwin, lo que despertó a León de su letargo.

Ignacio Ambriz hizo los cambios precisos y esperó el momento justo, porque sabía que la malsana costumbre de La Fiera, de fallar en la defensa, llegaría.

Apareció Darío Bendetto, tan querido como criticado, para soltar el zapatazo de fuera del área y firmar el pase a semifinales.

Lo demás fue lo de menos. El gol de Elías Hernández sólo sirvió para que la gente se fuera con el orgullo de no haber perdido en casa, pero el global resumía todo.

América continúa en la Liguilla y el León deberá planear el siguiente torneo.

“Caminos de Guanajuato” no se escuchó al final. En cambio, por ahí se entonó el Cielito Lindo, celebrado por los de amarillo.

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