Poco a poco disminuye la euforia que inicialmente se vivió en el estado con la llegada de Ronaldinho, el pasado 12 de septiembre, a las filas de Gallos. Ahora, la afición se va acostumbrando a tener entre ellos a alguien que en algún momento fue inalcanzable.
Su llegada como el mejor jugador que ha sido contratado por un equipo de la Liga Mx, con el transcurso de las jornadas refleja el cambio que provocó, con estadio lleno cada 15 días y una fiesta alrededor de lo que ahora es el equipo Gallos Blancos.
Un cambio radical, inmediato, que muchos seguidores del equipo querían que también se reflejara en la cancha de esa misma forma, aunque lo último dependía y depende de un proceso de adaptación, tanto del plantel con el jugador y viceversa, ya que los reflectores futboleros y el ojo del mundo están en pendientes del equipo queretano.
Ronaldo de Assis Moreira cumplió en el partido contra América el pasado viernes, sus primeros 500 minutos con los Gallos Blancos de Querétaro y en el futbol mexicano, un partido que no jugó completo, pues salió de cambio al minuto 77, sin embargo, los emplumados consiguieron un valioso triunfo de la mano del también carioca Camilo Sanvezzo.
Son 500 minutos que han dejado ver a un Dinho bajo de su nivel, pero que conforme avanza el Apertura 2014, que ya está en su recta final, la mejora ha sido notoria tanto colectiva como individualmente. La magia sigue en sus pies y se ha vuelto el comandante de la artillería carioca de los Gallos Blancos integrada por Sinha, Sanvezzo, Danilinho, William Da Silva y Ricardo Jesús, aunque este último no ha tenido mucha actividad.
Pero su magia trasciende fuera de la cancha, ya que también los Gallos ahora son un imán de taquilla en casa y como visitantes. Sin duda, una contratación que cimbró y sacó de balance al propio equipo, que en las primeras ocho jornadas, se mantuvo en un lugar de Liguilla pues no pasaban de la octava posición de la tabla general.
