BELO HORIZONTE.— Momentos de angustia en el Mineirao. Instantes en los que Brasil estuvo a punto de quedar fuera en su propio Mundial. Un poste y la actuación soberbia de su portero Julio César evitaron la catástrofe. Los anfitriones siguen con vida después de imponerse a Chile en la tanda de tiros penaltis 3-2 (1-1 en 120 minutos).

El disparo de Gonzalo Jara al palo del arco brasileño selló la derrota en el quinto tiro penal que eliminó a Chile y desató un carnaval en las gradas del estadio de Belo Horizonte, mientras que sobre la cancha, los jugadores de Brasil festejaban la clasificación como si fuera el anhelado hexacampeonato.

Julio César, quien detuvo los disparos de dos jugadores chilenos —Mauricio Pinilla y Alexis Sánchez— fue el más festejado por sus compañeros, y abandonó la cancha oyendo su nombre gritado por el público, que lo celebró como el gran héroe del partido.

“Mi historia en la selección no se acabó”, festejó después Julio César llorando, tal como hizo hace cuatro años, cuando un error suyo resultó en el gol de la victoria de Holanda que eliminó a Brasil en el Mundial de Sudáfrica 2010.

También hubo lágrimas entre los jugadores de Chile, quienes fracasaron en su intento por cambiar la historia, lograr su primer triunfo sobre Brasil en 14 años y avanzar a los cuartos de final del Mundial.

Una misión que pareció muy posible después de que Alexis Sánchez anotara a los 32’, el gol que empató el partido después de que David Luiz inaugurara el marcador para el Scratch du Oro, a los 18’.

Brasil empezó mejor. En el primer tiempo, Luiz Felipe Scolari se inspiró en la táctica utilizada por Holanda para derrotar a Chile por 2-0 en la fase de grupos, y en varias ocasiones logró acorralar a La Roja en su propio terreno del campo.

Sobre los 15 minutos del primer tiempo, el portero chileno Claudio Bravo salvó por dos veces a su equipo al atajar un tiro libre de Neymar y desviar otro de Hulk.

Pero no pudo evitar que Brasil inaugurara el marcador a los 18’, tras un tiro de esquina ejecutado por Neymar y peinado por Thiago Silva. El capitán del equipo habilitó de cabeza a su compañero de defensa David Luiz, quien superó a Gonzalo Jara para marcar su primer tanto con la camiseta amarilla, aunque no es muy claro si es Jara quien mete la pelota a su portería.

La Roja, que ya había asustado a Brasil al menos en otras dos ocasiones, empató a los 32’, aprovechando un error del delantero Hulk, quien le regaló una pelota a Eduardo Vargas en el terreno defensivo. El atacante del Valencia no desaprovechó la oportunidad, y entregó el balón a Alexis Sánchez para que definiera con un disparo cruzado.

En el segundo tiempo, La Roja logró cerrar espacios para los avances de Brasil y pasó a controlar el medio campo. Con ello, achicó también al anfitrión. La hinchada local buscaba alentar a sus jugadores a los gritos de: “¡Uno más!”, pero las oportunidades eran pocas.

Lo único que le faltaba a Chile para escribir una nueva historia y a Brasil para sostener la suya era un gol que no llegó. Tampoco en el alargue, en el que ambos equipos se presentaron muy cautos.

Las mejores oportunidades de definir surgieron recién en los últimos minutos, y fueron desperdiciadas por el chileno Pinilla, con un disparo en el travesaño, y por Ramires, con un tiro que pasó a milímetros del arco chileno.

La definición del clasificado a cuartos pasó a la tanda de penaltis y, gracias a las atajadas de Julio César y al error de Jara, Brasil pudo evitar la humillación y ganar por 3-2 un duelo que pudo haber perdido.

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