La Selección Mexicana corre el riesgo de ser expulsada del Mundial o perder juegos sobre la mesa si se presenta el grito de “puto” en las tribunas de Rusia 2018.

El artículo 58 del Código Disciplinario de la FIFA establece que “si los partidarios [de un equipo] en el caso de infracciones graves, podrán imponerse sanciones suplementarias, tales como la obligación de disputar un partido a puerta cerrada, una derrota por 3 goles a cero, la sustracción de puntos o la exclusión de la competición”.

“Esto puede pasar. El TAS dijo que ese grito es discriminatorio y pide sanciones más severas. Si quitó las multas fue porque no se le había dado a México la oportunidad de hacer algo”, explica Ernesto Meade, especialista en derecho deportivo.

En países como Chile, la FIFA ha vetado el estadio de La Roja por expresiones homofóbicas, situación que aún no se ha dado para el Tri.

El cierre del recinto que ocupe como local carecería de importancia en un torneo como Rusia 2018, porque se realiza en un terreno neutral.

Razón por la que la pérdida de puntos o la expulsión del certamen sería la opción más viable, en caso de que existan sanciones por parte de las autoridades del organismo rector del balompié internacional.

La Federación Mexicana de Futbol ha intentado, mediante la campaña “Abrazados por el futbol”, combatir ese alarido que le ha costado diversas multas.

Los clubes han hecho esfuerzos para tratar de erradicar la expresión, considerada homofóbica, con arengas provenientes en el sonido local cada vez que despeja el portero.

Sin embargo, estas estrategias se han vuelto estériles, pues el grito se ha mantenido en los estadios del balompié nacional. Se han olvidado en los cosos inhibir el grito.

Para Meade, haría falta ser mucho más frontal para eliminarlo del estadio. “Yo creo que sí debería haber un esfuerzo mucho mayor en ese sentido, para que la gente se dé cuenta de que ese grito puede resultar muy costoso para la Selección Nacional, porque hay castigos contemplados en los reglamentos”, explica el litigante.

En noviembre de 2017, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) quitó dos multas por el grito homofóbico que se dieron en los encuentros ante Salvador y Canadá. Esto se dio debido a que esa instancia consideró que la Femexfut no tuvo la oportunidad de ejercer una defensa.

“Pero lo que el TAS dictó fue eso, pero sí se pronunció acerca de que esa palabra [puto] es discriminatoria y atenta contra los derechos humanos de un sector de la población”, apunta Meade.

“Lo que pidió el Tribunal es que hayan sanciones más severas, cuando se dé esta expresión. No fue un permiso para ejercerlo, sino que fue mucho más allá y es lo que se debe tomar en cuenta”, añade el especialista.

A México ha batallado para eliminar la homofobia. El grito de “puto” le puede costar quedar fuera del Mundial, aunque gane en la cancha.

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