SAN ANTONIO.— Un partido… Y tal vez ni siquiera completo. Es lo único con lo que cuenta media docena de futbolistas para intentar subirse al avión de las ilusiones, ese que aterrizará en Brasil, poco antes de que inicie el verano.

Miguel Herrera está consciente de que 90 minutos, o quizá menos, son muy pocos para valorar a un chico. El problema es que ya no quedan granos por caer en el reloj de arena. Esta noche, frente a Corea del Sur, los defensas Enrique Pérez (Atlas), Rodolfo Pizarro (Pachuca) y Miguel Ponce (Toluca), el contención José Juan Vázquez (León), así como los atacantes Isaac Brizuela (Diablos Rojos) y Alan Pulido (Tigres), se juegan su única carta en pos de asistir a la XX Copa del Mundo.

“La idea mañana [hoy] es observar a los jugadores que trajimos”, aclara el director técnico del Tricolor. “Queremos ver si pueden entrar en competencia con los que ya tengo bien contemplados, porque es el único partido donde realmente se pueden mostrar y, como les dije, no existe otro, no hay más tiempo”.

“Tenemos la tranquilidad de que son buenos futbolistas, pero saben que los veremos en sus equipos. Sólo les pido que tengan disposición y determinación”.

En la lista podría estar Diego Reyes, ese chico a quien también observará el 5 de marzo, frente a Nigeria, en Atlanta.

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