Momentos de angustia y desconsuelo vivió la arquera mexicana Aída Román durante el terremoto del pasado 19 de septiembre.

“Fue como vivir un apocalipsis, sin duda un día en el que viví cosas muy feas”, narró conmovida la subcampeona olímpica en Londres 2012.

Aunque su departamento no sufrió afectaciones de gravedad, Román fue testigo del caos que imperó en la Ciudad las horas posteriores al terremoto.

“Me tocó ver mucha desgracia, el llanto de todos los vecinos, y tuve que aguantarme, ser fuerte ante la gente. Todos los servicios básicos se cortaron y tenías que hacer una hora de fila en las tiendas de autoservicio para poder entrar”, explicó la arquera.

Un día después del sismo, Aída tuvo que viajar a Estados Unidos. “Me dolió mucho dejar a mi país en un caos tan tremendo, sentí feo, mucha impotencia. La muerte de los niños fue un golpe muy duro, pero todos soportamos porque México es un país que tiene mucha voluntad”.

La medallista olímpica vivió el sismo en un séptimo piso, ubicación que tiene su departamento al sur de la Ciudad.

“Me quedé con la imagen de mi gente, de todas las personas ayudando. La solidaridad de las personas ha sido increíble en los últimos días”.

Siguen las donaciones. El Comité Olímpico Mexicano y Medallistas Olímpicos de México entregaron donaciones a dos albergues en la Ciudad de México.

Carlos Padilla Becerra y Daniel Aceves, titulares de ambas dependencias, así como Jimena Saldaña, otorgaron pantallas de televisión, refrigeradores y material deportivo para distracción y esparcimiento de los afectados.

“Creo que con estos momentos estamos cumpliendo con uno de los principios fundamentales del olimpismo, que es la solidaridad hacia nuestros hermanos”, indicó Padilla.

A las entregas acudieron los seleccionados de tiro con arco Aída Román, Mariana Avitia, Alejandra Valencia, Juan René Serrano y Ernesto Boardman.

En el albergue ubicado en la calle Tlaxcala de la colonia Roma, un grupo de pequeños pudo olvidar por un momento la situación por la que pasa; incluso se animaron a disputar una cascarita con el material donado por ambas asociaciones.

“Hace 32 años como integrante de las Fuerzas Armadas participé en el rescate y sin duda, hay un cambio significativo a tres décadas del temblor del 85: ahora hay una cultura de protección civil; la modificación de reglamentos de construcción ha salvado muchas vidas”, explicó Aceves.

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