Anécdotas, experiencias fuera y dentro de la cancha, compartieron la víspera el exárbitro mexicano, Marco Antonio Rodríguez, y José Rangel Juárez, preparador físico de la Selección Mexicana de futbol y del América cuando fue campeón.

En el evento denominado ‘Charla entre amigos: Querétaro, futbol y liderazgo’, los protagonistas del deporte compartieron con los asistentes al Teatro Alameda, de la capital queretana, sus historias de trabajo, dedicación y esfuerzo para llegar a triunfar en sus actividades.

Rangel recordó que cuando era niño, su padre, de oficio panadero, lo mandaba a él y su hermano a vender pan, aunque su gusto por el deporte siempre estuvo latente.

Destacó el carácter como forjador de gente triunfadora, con el ejemplo de su padre, quien trabajó siempre para darle lo mejor a su familia.

Las ganas de superarse lo llevaron a dedicarse al beisbol para salir de un entorno complicado, en la ciudad de Monterrey.

Rangel recordó que en el partido de la final que ganó América a Cruz Azul no vio los últimos minutos, pues fue a orar al vestidor, “para mí y para mis creencias fue un milagro de Dios”.

Actualmente, Rangel se dedica a sacar adelante el programa ‘Mejorando mi barrio’, en de Monterrey, para dignificar y recuperar el tejido social del lugar que lo vio nacer, aunque no quiere que se quede solo en un barrio, sino que llegue a otros sitios.

Marco Antonio Rodríguez, recordó a su vez que quería jugar futbol cuando era niño, pero en el club al que quería ingresar no lo aceptaba, por ser muy chico.

“El deporte te regala un deseo de superación, de triunfo, que no te regalan las adicciones”, abundó, pues estuvo cerca de las drogas cuando iba a la secundaria.

Cuando era ciclista, narró, pidió a un hombre potentado de Nayarit una bicicleta para competir.

Pero luego se decidió por el futbol, a través del arbitraje por invitación y lo vio atractivo.

Historias de un árbitro que narró que tuvo que apechugar críticas de diversos actores, cosa que tomó con sabiduría, pues le decía a su esposa que debía escuchar a todos y todas las voces para lograr sus objetivos.

Chiquimarco dijo que uno de los partidos más importantes en su vida fue el Brasil contra Alemania, en el pasado Mundial de futbol, en el cual los germanos derrotaron 7-1 a los cariocas.

“Fueron 23 años de vida deportiva para llegar a ese partido... Sabía que iba a ser mi último partido”, abundó.

En el evento también participó el alcalde Roberto Loyola.

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