El Clausura 2014 finalizó para 10 equipos del máximo circuito, incluidos los Gallos Blancos de Querétaro, que se despidieron el viernes de una campaña que pintaba para convertirse en un capítulo grande en la historia del club y que terminó por convertirse en otro episodio amargo.

Querétaro comenzó el torneo con un par de triunfos ante Morelia y Pumas que lo colocaron en lo alto de la clasificación, y aunque con el correr de las semanas Cruz Azul y Toluca se despegaron del resto de los clubes, los emplumados alargaron a casi una veintena su racha de semanas consecutivas dentro de la zona de clasificación.

El trabajo del cuerpo técnico encabezado por Ignacio Ambriz, que arrancara en las primeras semanas de 2013 y que había hecho que el equipo terminara entre los ocho mejores en los dos torneos de ese año, estaba dando muestras de consolidación y parecía enfilarse, no solamente a repetir en la liguilla, sino a llegar como un rival temido a dicha instancia.

Pero al interior del club las cosas ya no iban bien y los problemas comenzaron a reflejarse en el trabajo deportivo, los malos resultados comenzaron a llegar y salieron a la luz los adeudos salariales que se tenían con los jugadores y cuerpo técnico.

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