Monterrey.— La pregunta es: ¿Quién detiene a los Rayados?

Simplemente Atlas no fue rival. Le puso resistencia 45 minutos de la serie, el segundo tiempo del juego de ida en el Jalisco y ya.

Ayer en el estadio BBVA se vivió una masacre. 4-1 para un global de 6-2. Mucha diferencia entre vencedor y vencido.

¿Quién para a los regios?

Muchos dirán que ante el dinero, poco se puede hacer, pero lo que hay que admirarle a Antonio Mohamed es la gestión que ha hecho con sus estrellas. Porque la fuerte estructura de Rayados comienza desde abajo, con una defensa bien parada y un medio campo, defensivamente hablando, sobrio.

Y adelante un tridente que es el mejor de la Liga: Hurtado, Funes Mori y Pabón, que generan en cantidad, anotan en gran porcentaje y lo mejor, que a la hora del sacrificio lo realizan sin problema alguno.

Al minuto 14, Rogelio Funes Mori abrió el marcador al impactar de volea. Luego vino el gol de Carlos Sánchez de larga distancia al 26’. Avilés Hurtado aprovechó una distracción y marcó el tercero al 30’ y al 39’ recogió el regalo del portero atlista Fraga para el cuarto.

La serie estaba decida, más allá del tanto de penalti del rojinegro Milton Caraglio, al 33’.

Atlas cumplió mucho más allá de lo esperado. Muchos dirán que el equipo que le armaron al Profe José Guadalupe Cruz era para clasificar, pero no. Los Rojinegros estaban para salvarse del descenso y parece que han conseguido alejarse lo suficiente de “la quema”. Durante el torneo le pasó de todo. Primero la serie de expulsiones sobre Barreiro, injustas, que fueron rectificadas por la Disciplinaria; después lesiones de todo tipo, la más dura la del africano Clifford Aboagye, y después los sucesos extradeportivos con Rafa Márquez.

Punto aparte está el caso de Matías Alustiza, jugador de gran talento pero de mayor indisciplina, al que el Profe nunca pudo dominar. Entre lesiones y berrinches se la pasó en la banca la mayor parte de la temporada. Aún así, para los estándares de Atlas puede considerarse una buena campaña.

El segundo tiempo fue de trámite. Los rojinegros, aunque nunca bajaron los brazos estaban conscientes de que sus fuerzas no se comparaban a las de los Rayados y éstos, entre el orgullo y el exceso de confianza, por momentos “cascarearon”, aun así tuvieron por lo menos tres oportunidades más de ampliar el marcador. Hasta a Basanta le dio un ataque de habilidad y casi clarea a Fraga con un tiro de “tres dedos”.

La mala noticia para los Zorros y quizá para la Selección Nacional Mexicana, si es que en la FMF le permiten regresar, fue la nueva lesión de Rafa Márquez.

Este puede ser el torneo de Rayados. Más allá de quién pase a semifinales, la diferencia con el resto de los clubes que quedan con vida parece muy grande. Por eso la pregunta es… ¿Quién detiene a Rayados?

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