GUADALAJARA.— Chivas parece tener todo perdido: ya está fuera de la Copa y en la Liga, con apenas siete puntos de 30 disputados, agoniza. Adelante tiene dos clásicos consecutivos. Atlas y América en jornadas seguidas. Numéricamente, no hay mucho qué pelear, pero el orgullo exige dar todo. Estos partidos, asegura Marco Fabián, son para hombres y valientes.

El 10 rojiblanco asume la responsabilidad de comandar un repunte que parece misión imposible. Tras el episodio que terminó al descartar la oferta que tenía para jugar en Qatar, Fabián se enfoca ahora en rescatar al Rebaño Sagrado. Los clásicos son la primera prueba.

“Habrá días que no sale todo como quieres, pero lo último que puedes perder son las ganas, la actitud, el hambre de querer ganar. Vienen partidos importantes, de donde nacen los hombres, los valientes, para sacar esto adelante. Estoy tratando de trabajar para ayudar al equipo el domingo”, explica el volante.

“El máximo, siempre he estado comprometido, no hay un día que no quiera sacar esto adelante. Hoy más que nunca, en los momentos críticos es cuando hay que levantar la mano para sacar adelante esto. Hay que estar en las buenas y en las malas, pero hoy más que nunca estoy comprometido al máximo, dando lo mejor de mí cada día para sacar esto adelante”, añade.

El primero de los clásicos que vivirá Chivas enfrenta a dos equipos hundidos en la mediocridad. Guadalajara es 15 de la clasificación y Atlas es 16. Ambos tienen siete unidades. Marco Fabián nunca pudo prever un escenario tan malo.

“No, no me imaginaba así, sobre todo por nosotros. Lo que haga Atlas no es de mi importancia, a mí me importa mi equipo, me importa Chivas y la verdad no pensaba llegar a este clásico como hemos llegado. Pero bueno, hay que ver la realidad, hay que vivir lo que estamos pasando y sea en este momento o en algún otro, este partido no se puede perder. Estamos conscientes de que vamos a ganar el domingo”, asevera, con seguridad.

Comprende, además, el desánimo que existe entre la afición de cara al clásico tapatío, ante las pobres temporadas de ambas escuadras. “Se puede entender, pero los que conocen, saben que en este tipo de partidos, las estadísticas quedan por un lado. Es difícil el momento que estamos pasando, pero estos partidos se juegan diferente, con el corazón, con garra, por el orgullo”.

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