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Alan Pulido sabe que el único camino que lleva a la inmortalidad con el Guadalajara es ganar un título de Liga. Está a 90 minutos, quizá más, de lograr un espacio entre los inolvidables en la historia del Rebaño Sagrado.

“Es un sueño que tengo desde que llegué a Chivas: el disputar un título. Me imagino el campeonato con este equipo, estamos a casi nada, voy a trabajar duro para realizar ese sueño”, señala el delantero rojiblanco.

Cuando escucha nombres como los de Salvador Reyes, Fernando Quirarte, Ramón Ramírez o Adolfo Bautista, la esperanza de ser miembro de ese grupo selecto de leyendas rojiblancas le entusiama. Dice que peleará por la estrella 12 de la franquicia.

“Ganar significa quedar para siempre en la historia de las Chivas y eso me ilusiona mucho por lo grande que es”, describe.

Puligol marcó uno de los tantos con los que el chiverío sacó el empate 2-2 ante Tigres en la ida de la final del Clausura 2017 en el estadio Universitario. Lo festejó con un baile que, según confiesa, liberó esa ansiedad que tenía por no encontrar la portería. Su última diana había sido en la jornada 13 ante el Puebla.

“Fue un desahogo, no se me había dado el gol, fue un sentimiento muy lindo, por la instancia y el rival. No siempre se hacen en este tipo de partidos. Fue especial”, admite.

El resultado, por sí mismo, parece que le benefició al Guadalajara. Sin embargo, las circuntancias en las que se dio indican lo contrari o. Los tapatíos desperdiciaron en la recta final del partido un 0-2, ya que los norteños les empataron, gracias a un doblete de André-Pierre Gignac.

“Por ahí teníamos la ventaja, pero hicimos buen partido y tenemos el beneficio de cerrar en casa. Tenemos la confianza de que podemos, está en nosotros alzar el campeonato. Hay que estar concentrados para lograr ese sueño”, adelanta el atacante.

“En las finales no hay favoritos. Cualquiera quiere ganar y el que cometa menos errores, ese equipo va a ser el campeón del torneo”, avisa.

Tigres posee un arsenal que acumula 12 goles en lo que va de la fase final (cinco partidos). El Rebaño logró maniatarlo durante 84 minutos, pero le fue imposible resistir el poderío al frente de los regios.

Para Pulido, las virtudes que pueda tener su contricante en la final, no es motivo para renunciar al sueño de convertirse en un inmortal para el Guadalajara a partir de mañana.

“Se olvida todo. Es una final que la soñé desde siempre. Ahora se viene a la mente todo el sacrificio y vamos a dejar todo para ser campeones y ser parte de la historia del equipo con este campeonato”, se ilusiona.

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