Deportes

Trinidad ya eliminó al Tri

En Haití, en 1973, México cayó en un exceso de confianza y “un embrujo” para ser humillado

Foto: Moskabrown
27/03/2017 |02:50
Redacción Querétaro
RedactorVer perfil

Dentro de las tragedias en la historia de la Selección Mexicana se encuentra la ocurrida en el premundial de Haití de 1973, donde México, en la penúltima jornada fue goleado 4-0 por Trinidad y Tobago y perdió la oportunidad de calificar al Mundial de Alemania 1974.

Además de la humillación, se vivieron historias “ocultas” que acabaron por hundir al equipo liderado por el ingeniero Javier de la Torre, que entre sus filas tenía a jugadores de la clase de Ignacio Calderón, Leonardo Cuéllar, Arturo Vázquez Ayala, Enrique Borja, Horacio López Salgado y Rafael Puente.

Porque a México en suelo caribeño, le hicieron vudú.

Enrique Borja era uno de los veteranos de esa Selección. El gran “Cyrano” había vivido de todo con el equipo nacional, menos eso... “Días antes de que iniciara el torneo, unos reporteros mexicanos sacaron un reportaje sobre Puerto Príncipe (capital de Haití), denunciando la extrema pobreza de la isla y el régimen totalitario en que vivían. No sé cómo les llegó el periódico allá, lo tradujeron al francés y lo pegaron por toda la ciudad. Llegamos y todo fue en nuestra contra”, recuerda.

Al subir al autobús que los llevaría a su hotel, “nos rodeó gente sin camisa y comenzaron a mover el vehículo, casi lo voltean y cuando llegamos al hotel vivimos algo que nunca imaginamos. Su manera de recibirnos fue hacer una ceremonia vudú con mucha crudeza, fue un impacto muy fuerte para todos. Mataron animales, gallinas, enfrente de nosotros, cantaban sus oraciones, trataban de amedrentarnos, muchas cosas de sangre. Cuando vez esas cosas en las películas, pues es una cosa, pero en vivo es otra. Fue muy fuerte”.

Eso fue el mito, porque en la realidad, para esa eliminatoria los errores del equipo comenzaron desde antes de que se diera el silbatazo inicial.

Así de crudo lo recuerda Rafael Puente, uno de los porteros convocados. “Lo primero que se hizo mal fue que dos directivos mexicanos: Guillermo Cañedo y Joaquín Soria Terrazas vendieron la sede a Haití. Nosotros ganamos un torneo en Trinidad para jugarlo en la ciudad de México, pero hubo un mal manejo”.

Además vinieron una serie de lesiones de jugadores clave. “Iniciamos el torneo empatando a cero con Guatemala, ese partido lo jugué yo, porque Nacho Calderón había sufrido una cortada muy escandalosa cuando uno de los que atendía el hotel, destapó una botella de refresco y el vidrio le saltó a la mano”.

Puente se lesionó contra los chapines, por lo que el tercer portero, Héctor Brambila, se hizo de la titularidad. “Héctor jugó contra Honduras, otra vez se empató; después se le ganó 8-0 a Antillas y vino ese juego contra Trinidad”.

Para el “Guama” ese partido se debió ganar por mucho, “pero sucedió de todo. Íbamos cero a cero, cuando hubo en remate, no sé si de Cuéllar u Horacio que dio en el poste, se paseó por toda la línea de gol y no entró; después vino la debacle” y el equipo nacional fue goleado.

Ya en el último encuentro, México le ganó a Haití, pero la eliminación ya se había consumado.

¿Quién fue el culpable de todo lo que sucedió? Puente culpa a todos los que formaron parte de la delegación: “Fue un fracaso de todos, desde directivos hasta jugadores y hasta periodistas que fueron y que no valían nada”.

Leyenda urbana es que muchos jugadores mexicanos se emborracharon después de que les regalaron una caja de ron. “Nos llevaron a unadestiladora. A cada uno nos regalaron una caja y... hubo excesos de algunos, pero el más importante de todo fue el menospreciar a los rivales, ahí perdimos”.

—¿Y el vudú?

“Lo hicieron, son sus costumbres. Lo raro fue que después de ese fracaso, cuando regresamos muchos de los jugadores nos comenzamos a lesionar de forma extraña, algunos se tuvieron que retirar… No sé qué haya pasado, pero lo que es verdad es que eso que vivimos en Haití fue algo que muchos nunca pensamos llegar a ver en la vida”.