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daniel.blumrosen@eluniversal.com.mx
Una pícara sonrisa ilumina el rostro de Moisés Muñoz cuando escucha que el América visitará mañana a ese club que llegó como líder a la antepenúltima jornada del torneo. No es que desdeñe lo realizado por el Guadalajara, mas recuerda los números que —para él— verdaderamente importan.
Al michoacano no le gustan las esperanzas vagas, persigue realidades... Y una irrefutable es que, desde diciembre, las Águilas son en solitario el conjunto con más títulos de Liga (12) en la era profesional del futbol mexicano.
Es por eso que no tiene duda de que defiende el marco de la institución más importante en la hoy llamada Liga MX, etiqueta que —anticipa— no cambiará, pase lo que pase sobre el césped del estadio Omnilife.
“Ya está definido. Tenemos más estrellas, lo que significa que somos el equipo más grande”, sentencia. “No lo digo porque soy americanista, los números ahí están; puedes contar las estrellitas. No creo que un partido marque la diferencia, sino la historia del mismo club”.
Rubro que, desde su perspectiva, está cargado del lado azulcrema.
Mientras su equipo ha disputado tres finales en los más recientes cuatro certámenes locales y actualmente juega la de la Liga de Campeones de la Concacaf, el Rebaño Sagrado apenas eludió el descenso el sábado anterior.
“[El liderato] es importante para ellos”, atina a decir, indiferente. “Afortunadamente, nosotros hemos estado arriba en los últimos años y esto nos tiene muy contentos”.
No le deslumbra el momento del adversario, ese que acumula cinco cotejos ligueros sin perder (tres victorias y dos empates). Tampoco cae seducido por la soberbia que puede generar el saberse el antídoto para el ataque tapatío.
El de mañana será su sexto Clásico de clásicos. Jamás ha perdido (cuatro victorias y una igualada), pero el dato trascendental es que no ha recibido gol del Guadalajara.
Genuina muralla a la que le encantaría mantener la imbatibilidad, aunque no le molestaría perderla si los visitantes salen del hogar rojiblanco con la victoria, tal como sucedió en sus tres más recientes presentaciones.
“Sería ideal mantenerlo igual”, admite. “No es una obsesión mía no recibir gol de Chivas, lo más importante es que mi equipo gane y, si tenemos que hacerlo 2-1, 3-2 ó 7-6, está bien. Quiero los tres puntos, que nos traigamos un triunfo de Guadalajara”.
“Nuestra prioridad siempre es ganar, independientemente del resultado. Si podemos hacerlo, no me importa si es 5-4. El chiste es hacerlo. Es más ese deseo que el de no recibir gol”.
También el de reaparecer en el Clausura 2015, dentro del que no juega desde el 14 de marzo (1-0 sobre el Santos Laguna), aunque ya jugó los 90 minutos en la igualada con el Impact de Montreal (1-1), por la ida de la final de la ‘Concachampions’.
“Me siento muy contento por ya haber participado a media semana y eso, previo a un Clásico, es importante para mí”, confiesa. “Me sirvió bastante y jugar este partido siempre es motivo de ilusión, orgullo y entusiasmo”.
Porque quiere demostrar la, para él, incomparable grandeza amarilla.