Moisés Fuentes está dispuesto a jugársela de nueva cuenta. De ir a la casa del campeón filipino Donnie Nietes por segunda ocasión, con tal de alcanzar finalmente el título minimosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). No importa que la vez pasada le otorgaran un empate, pese a haberse mostrado superior.

“Hay cuentas pendientes. Hace un año fue difícil ganar en la casa del mismo campeón. Salimos con una decisión muy controversial de empate. En aquella ocasión, nos hicieron unas trampas, fue una pelea cerrada y pareja, pero ganar en una casa ajena es posible”, lanza Fuentes en charla con EL UNIVERSAL.

Será el próximo 10 de mayo, en Manila, cuando Moi (19-1-1, 10KO) vuelva a tener enfrente a Nietes (32-1-4, 18KO) por segunda ocasión, en una pelea entre campeón interino contra campeón absoluto.

“Ahora yo soy campeón mundial. Ya me he preparado diferente, hago cosas distintas. Realizo trabajo de pesas, cámara hiperbárica, corro en la montaña. Ya le tengo que invertir bien a mi carrera y preparación. Ya hacemos una concentración de verdad, como si fuera Rocky Balboa, porque ya hay peleas muy difíciles y rivales muy fuertes”, apunta el pugilista radicado en el DF.

Pese a su confianza por la preparación que está realizando bajo la supervisión de su mánager Jorge Barreda, Fuentes admite que sí se da ventaja el volver a pelear de visitante. No obstante, confía en sus opciones para salir victorioso.

“Sí es mucho riesgo volver a allá. Pero yo ya sé que es Donnie Nietes, ya se lo que es pelear contra él. No es tan peligroso. En la pasada pelea, me lastimó durante el primer round, puede ser que me agarró frío, pero nunca me mantuvo al borde del nocaut. Fue desde el segundo asalto que la pelea se volvió cerrada. Yo era, hasta cierto punto, un niño, no tenía la experiencia que tengo ahora, después de enfrentar a rivales como Luis de la Rosa, Omar Salado y Gerardo Verde”, destaca.

Moi y su equipo de trabajo no han dejado ningún detalle a la deriva. Esto después de que en la primera pelea, sostenida en marzo del año pasado, les pusieron varias trabas para llegar en las mínimas condiciones para pelear en Filipinas.

“Entendemos que esto es un negocio y por eso la vez pasada nos llevaron a la sede de la pelea partiendo desde México para volar a Holanda, de ahí a Taipei, luego a Manila y de ahí Cebú. Fueron 42 horas sentado, llegué con las piernas hinchadas y muerto al hotel. Son cosas que no se pueden permitir”, dice.

Por ello, Fuentes viajará hasta con doctor, además de una preparación a cuestas que le aumenten sus opciones de alcanzar su segunda corona absoluta en diferente peso.

“No habrá excusa para traernos la victoria”, resalta Barreda.

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