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El árbitro internacional peruano, naturalizado mexicano, Arturo Yamasaki, quien participó en tres Copas del Mundo, falleció ayer a los 84 años.
Yamasaki era originario de Perú, pero trabajó desde los años 60 del siglo pasado en México.
El peruano brilló en sus intervenciones en los Juegos Olímpicos de 1968 y 1972, así como en las Copas del Mundo de Chile 1962, Inglaterra 1966 y México 1970, en la que dirigió el partido de semifinales Alemania-Italia, conocido como “el juego del siglo”.
Su debut en el campeonato mexicano fue en 1968, y la última vez que pitó en el campeonato local fue en 1975, en un partido entre Toluca y Unión de Curtidores.
Yamasaki fue presidente de la Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) entre 2003-2006. Además, fue asesor e instructor de los jóvenes árbitros nacionales de la institución deportiva.
Al lamentar su muerte, la FMF lo calificó como un “excelente ser humano, entrañable amigo del arbitraje y del futbol mexicano”.
“Sin duda, fue uno de los hombres que más legado dejó al arbitraje en México. Sus años impartiendo justicia dentro del campo y toda una vida dedicada al mundo de las reglas del juego, serán recordados por todos los amantes del balompié”, estableció la Federación en un comunicado.
“Don Arturo, o El Chino, como le llamaban sus amigos, fue considerado uno de los mejores árbitros del mundo y la FIFA lo reconoció con la insignia Special Award por su labor como instructor. Igualmente, Concacaf lo galardonó al inducirlo al Salón de la Fama”.
Nacido en Perú, el 11 de mayo de 1929, don Arturo tuvo desde la infancia una fijación con el balompié que lo llevó a dejar la carrera de seminarista. Llegó a México en 1968, en la cúspide de su carrera arbitral y aquí decidió hacer su vida hasta el final.