Barcelona .— Rafael Nadal profundizó su mal momento con una inesperada derrota ante el italiano Fabio Fognini en el torneo de tenis de Barcelona, un resultado que supone un duro golpe para la confianza del español.

Segundo favorito y ocho veces campeón en el certamen catalán, Nadal perdió por 4-6 y 6-7 (6) ante el número 30 del ranking en dos horas exactas de juego y sumó una nueva caída que enciende definitivamente las luces de alarma para el rey de la arcilla.

Autocrítico como pocas veces, Nadal calificó su rendimiento como “un desastre”, su juego y su derecha como “vulgar” y admitió que la derrota supone un “golpe” después de las buenas sensaciones que había tenido la semana pasada en Montecarlo, donde cayó en semifinales ante Novak Djokovic.

“La pasada en Montecarlo estuvo llena de buenos momentos. Fue la mejor del año. Pero esta es todo lo contrario, una semana muy negativa. Creía que le podría dar continuidad a esos días, pero no fue así”, señaló un aturdido Nadal. “Tal y como venía de Montecarlo está claro que es un golpe para mí”, concedió después de su caída en ronda de octavos de final.

El español sufrió su segunda derrota del año ante Fognini, que ya lo había sorprendido en las semifinales de Río de Janeiro en febrero, luego de perder en sus cuatro encuentros previos, y la tercera de su carrera en Barcelona, donde ganó 43 partidos.

Sus únicas dos caídas en el tradicional Conde de Godó habían sido el año pasado, ante Nicolás Almagro en cuartos de final, y en la segunda ronda de 2003, frente al también español Alex Corretja.

Desconocido, Nadal cometió 30 errores no forzados frente a 17 tiros ganadores y apenas pudo concretar tres de 14 posibilidades de quiebre. Buena parte de los problemas del ganador de 14 títulos de Grand Slam surgieron de una derecha que ya no tiene la misma chispa.

“No conseguí impactar la bola cuando debí hacerlo. Mi derecha fue vulgar”, analizó.

El español, que estrenó en esta gira una nueva raqueta, tendrá ahora como próximos desafíos los Masters 1000 de Madrid y Roma, donde intentará enderezar la temporada y llegar de la mejor forma a un Roland Garros en el que por primera vez en mucho tiempo no será el indiscutible favorito.

“Fue un día negativo y miro hacia delante, hacia Madrid. Toca aceptar o morir y elijo aceptar, porque quiero dar opciones para el futuro”, dijo filosófico Nadal.

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