GUADALAJARA.— La derrota siempre es dura. Cuando es por goleada, peor. El Guadalajara de Carlos Bustos ha sucumbido este domingo en su propia casa, por 4-1 frente al Querétaro comandado por la magia futbolística del brasileño Ronaldinho. Tras un marcador escandaloso, el estratega del Rebaño Sagrado reconoce que hay dolor en su plantel y desconoce si el descalabro podría provocar su despido.

“No lo sé, no son decisiones que me corresponden. Lo que me corresponde es estar con el equipo, trabajarlo, ver lo que sigue. Hoy para nosotros una derrota muy dolorosa, que no esperábamos. Fue un partido raro, pero tenemos que salir rápido de esta situación”, explica.

“Nosotros estamos trabajando bien, pero independientemente de lo que pueda pensar, están los resultados que nos indican que hoy estamos lejos de lo que habíamos planeado. El equipo se había visto bien, aunque hoy fue un partido atípico, de difícil manejo y con un resultado abultado. Pero nosotros estamos con fuerza para revertir esta situación, el grupo está dolido y la gente se ha ido mal. Uno tiene la revancha cerca y hay que revertir esta situación”, añade Bustos.

Para el entrenador del Rebaño Sagrado, la jugada que cambió el rumbo del partido fue la mano de Carlos Salcido en el arranque del duelo, que provocó una pena máxima y la expulsión del nacido en Ocotlán, Jalisco. A partir de entonces, el encuentro fue imposible para el Guadalajara.

“Sí, la verdad a veces las circunstancias de los partidos cambian y en este duelo, cambió al inicio. Fue un partido atípico, raro, nos quedamos temprano con un jugador menos y fue difícil de manejar, no sólo por el jugador menos sino porque el rival estaba en ventaja. Tuvimos alguna chanza, después fue más complicado, tomamos más riesgos y ahí fue donde ellos encontraron la contundencia”, detalla.

“No es fácil en el futbol de hoy tener un jugador menos. Los jugadores hicieron el intento, trataron de buscar por dó n de desequilibrar al rival, pero cuando uno tiene uno menos… nos costó recuperar el balón y no tuvimos claridad para crear situaciones de gol, sólo recuerdo una de Aldo De Nigris y un penal que protestamos sobre Fierro que ya después me dijeron en la banca que no fue. En el segundo tiempo tomamos más riesgos y el rival aprovechó”, reitera el técnico rojiblanco.

Ahora, al Rebaño Sagrado no le queda más que ver hacia el frente. El miércoles visita a Tijuana, para amarrar el pase a la segunda ronda de la Copa MX y el próximo domingo recibirá al Puebla, en un duelo decisivo en la lucha por salvarse del descenso.

“Tenemos que enfocarnos en sumar, esa es la realidad. Antes de este partido, teníamos la ilusión de ganar y estar cerca de los de arriba. Ahora hay que enfocarse en el siguiente rival de Liga, Puebla, que es un partido clave para nosotros”, concluye Carlos Bustos.

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