Reservado, Guillermo Vázquez elige el tradicional encierro durante la primera práctica que dirige como estratega auriazul.

“Hoy [ayer] fue un buen día, hubo una buena respuesta de parte de ellos y estamos en la misma, trataremos de ir sacando al equipo, pero veo una gran actitud de parte de todos y estoy contento de volver”, dice Memo, al salir del estadio Olímpico Universitario, donde los Pumas trabajaron a puerta cerrada.

Previamente, el vicepresidente deportivo, Antonio Sancho, fue el encargado de presentar a Vázquez Herrera ante los jugadores, con quienes convivieron por primera vez. “Les presenté a Memo, hablé pocas palabras, me presenté con cada uno de ellos, les dije que había que trabajar”, comparte Sancho.

“Y, la verdad se los dejé ahí a Memo, ya él se metió a hablar con ellos en cuestiones de futbol, ya habrá más tiempo, pero ahorita, la prioridad es el juego del domingo y hay mucho trabajo en estos dos días”, añade el directivo, el primero en abandonar el escenario.

“Les dije que somos conscientes en dónde estamos, en la institución en la que estamos, creo que ellos saben el momento que se atraviesa y que hay que sacar esto lo antes posible, y que vamos a ponernos a trabajar todos, jalando al parejo”, explica Sancho, amable y paciente.

Más parco, Vázquez se resiste a la charla con los reporteros. Al final, se ha dedicado más a conversar con el grupo, en espera de que se recupere físicamente, tras la participación en la Copa MX, contra Mérida.

“Bueno, venían de un partido y un viaje un poco pesado, pero lo trabajamos bien, era importante hacer algo el día de hoy [ayer], así se logró el objetivo y mañana [hoy] seguiremos insistiendo”, asegura Memo, quien no adelanta si hará cambios de cara al partido contra Xolos, el domingo. “No, ahorita vamos a esperar a que se recuperen totalmente y ya mañana [hoy] decidiremos”.

“Mira, ahorita ya Memo empezó a trabajar con ellos, me quedé un rato en el entrenamiento, empezó a poner un poquito de su idea, pero esto, como lo dijo Memo, no es de un día para otro, es de tiempo, de trabajo y vamos paso a paso”, precisa Sancho, quien acepta que si bien, el reto es complicado, también “hay mucha ilusión”.

A final de cuentas “es un reto en una institución a la que quiero mucho, que me abre las puertas y que pensó en mí, y no conozco otra más que trabajar y poner ese ánimo”, argumenta el nuevo dirigente universitario, dispuesto a apagar esa “papa caliente” en que se ha convertido el vestidor auriazul.

Respecto de quién se hará cargo de asumir el área de fuerzas básicas, aclara que aún no hay solución al respecto. “Denme chance, ya estamos en eso. Yo espero para la siguiente semana tener algo”, sin negar o confirmar si Sergio Bernal está entre las opciones.

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