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MANAOS.— En los ríos y selvas cercanos hay pirañas y anacondas, pero los verdaderos problemas del portugués Cristiano Ronaldo estarán hoy en la Arena Amazonia de Manaos.
Todo sucederá en pleno Amazonas, inusual escenario para que la temporada no se le hunda al mejor jugador de 2013, que lucha por la supervivencia. Si lo logra, significará que él y Portugal, el equipo que lidera, superaron el duro desafío que plantea Estados Unidos en el Mundial de Brasil 2014.
“Cristiano estará al ciento por ciento”, aseguró en la previa del choque Helder Postiga, suplente en la catastrófica derrota de 4-0 ante Alemania en el debut, pero probable titular hoy ante la lesión de Hugo Almeida.
“Portugal suele tener respuestas positivas ante los partidos decisivos”, añadió Postiga, que quisiera ver a su equipo con el “espíritu de la repesca ante Suecia”.
Aquel fue el mejor momento de la selección dirigida por Paulo Bento, con un 4-2 global sobre el equipo de Zlatan Ibrahimovic. Y casualmente coincidió con el mejor Cristiano, autor de los cuatro goles en la repesca a doble partido. Esa gran actuación se dio poco antes de que el delantero del Real Madrid ganara su segundo Balón de Oro, un premio que tenía entre ceja y ceja y que lo hizo llorar sobre el escenario en Zurich.
Luego llegaría el título de la Liga de Campeones en Lisboa, en lo que parecía un camino ideal hacia el tercer Balón de Oro, no en vano su rival directo, el argentino Lionel Messi, cumplía su peor temporada en años.
Pero el brillo de los éxitos ocultaba los problemas físicos del delantero, que en su obsesión por romper récords de goles —logró el de la Liga de Campeones, con 17—, forzó una rodilla que reclamaba descanso. Así, en la concentración en las afueras de Sao Paulo, la estrella lusa se mueve con un compañero invariable: un vendaje en la rodilla izquierda.
“Cristiano está al cien por ciento”, insisten sus compañeros, insistencia bastante llamativa para un equipo diezmado por las lesiones.
La victoria meterá a Estados Unidos a octavos de final. Portugal debe ganar, pero si no lo hace, todavía podría tener opciones de clasificación, dado el empate entre Alemania y Ghana, aunque por su diferencia de goles estaría en bastantes aprietos.
Los lusos se presentan rengueantes, porque no sólo les falta Almeida. En la defensa llega muy justo Bruno Alves, con una lesión muscular, una línea en la que ya está ausente Pepe, expulsado ante los germanos, y Fabio Coentrao, quien quedó fuera del Mundial. El arquero titular, Rui Patrício, también es baja.
Del otro lado, Estados Unidos aparece como un equipo convencido de que está en Brasil para ser protagonista.
“Nos gusta el desafío”, aseguró Michael Bradley, veterano volante de la selección dirigida por el alemán Jürgen Klinsmann.
“Comenzamos bien y queremos otro buen resultado”, añadió Bradley, consciente de que si al 2-1 sobre Ghana le suman otra victoria, él y sus compañeros estarán prácticamente en octavos y Cristiano Ronaldo se irá de vacaciones.
