Foxborough.— La dinastía más importante de la NFL en las últimas dos décadas está amenazada por una rivalidad interna, producto de envidia y rabia.

Como ha sido a lo largo de la historia, los grandes imperios comienzan a desmoronarse desde adentro, y los Patriots atraviesan una problemática que para muchos en Nueva Inglaterra está desgastando la relación entre Tom Brady y Bill Belichick.

Ayer por la mañana se dio a conocer que los Patriots retiraron privilegios a Alex Guerrero, el entrenador personal de Brady y de varias estrellas del equipo, quien desde hace varias semanas mantiene disputas con Belichick por las lesiones que varios de sus clientes han sufrido este año.

La pelea podría ser un caso menor, si no fuera porque Brady ha declarado que debe la longevidad de su carrera al trabajo y amistad con Guerrero.

Alex es un amigo cercano de Brady, al igual que un socio de negocios que ayudó en el lanzamiento del TB12 Center, en donde Brady y varios jugadores de los Patriots han entrenado y reciben tratamiento desde que abrió sus puertas en el año 2013.

El Boston Globe publicó que Guerrero ya no tiene permiso de atender a los deportistas en su oficina en Gillete Stadium, excepto a Brady, y ya no forma parte de la comitiva en juegos de visitantes.

Aunque nunca se ha pensado en un divorcio entre Brady y Belichick, reporteros que cubren el día a día de los Patriots señalan que el head coach del conjunto de Nueva Inglaterra se siente atado de manos para proceder contra Guerrero y sus cuestionados métodos de recuperación, debido a la amistad que mantiene con el quarterback.

El Globe reveló en 2015 que el rol de Guerrero con el equipo ha causado fricción entre los miembros del personal médico y de entrenamiento, quienes han mostrado preocupación con los tratamientos de medicina alterna que emplea y que van en contra de la metodología de los Pats.

Cuestionado por la situación, Brady se limitó a decir “ [Guerrero] ha sido parte importante, muy importante, de la razón por la todavía estoy jugando a la edad de 40 años”.

Bill Belichick eludió la pregunta con respuesta tonta.

“No estoy muy seguro de ... ¿estás hablando de mis hijos? Realmente no creo que sea apropiado aquí. Estoy tratando de entrenar a un equipo de futbol... ¿De qué estamos hablando aquí?”, dijo el entrenador para luego retirarse.

Tom Brady queda en medio de fuego amigo entre dos personas que han influenciado su carrera, ya que está claro que el californiano no tendría cinco anillos de Super Bowl sin Belichick, como tampoco estaría jugando a los 40 años sin la ayuda de Guerrero. Redacción

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