Madrid.— El encuentro que hoy medirá al Real Madrid y al Barcelona, en el estadio Santiago Bernabéu, será un clásico blindado, por las medidas de seguridad adoptadas de manera excepcional tras los atentados terroristas en París del viernes de la semana pasado.

Mil 200 agentes de la Policía Nacional —seis veces más que en un partido de estas características—, 120 policías locales —42 más de lo habitual—, mil 195 efectivos de la seguridad privada del Madrid, 80 sanitarios del Samur y 60 de la Cruz Roja, velarán por la seguridad de 80 mil aficionados.

Las medidas del dispositivo, según explicó la delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Concepción Dancausa, “serán las habituales en un partido de riesgo, pero reforzadas con medidas adicionales”.

Por su parte, los agentes municipales se encargarán de regular el tráfico, cortar las calles aledañas al estadio, controlar la reventa y la venta ambulante, así como ayudar a la Policía Nacional en cualquier labor de seguridad, según informó Emergencias Madrid.

El dispositivo, anunciado tras la reunión de coordinación de seguridad del partido, a la que asistieron responsables de seguridad del Ayuntamiento de Madrid, el club Real Madrid y el Metro de la ciudad, además de miembros de la Cruz Roja, la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Madrid y de la Brigada Provincial de Información de la capital, será “suficiente y adecuado” para garantizar la seguridad, aseguró Dancausa.

Las medidas empezaron a aplicarse ayer; crecerán en intensidad durante las horas previas y posteriores al choque, cuyo desarrollo se producirá “con total normalidad”.

Dos horas antes del inicio del choque, el Santiago Bernabéu abrirá sus puertas a los aficionados.

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