Un ex directivo de las Águilas, como Rafael Mancilla, preside desde el Apertura 2012 a la Comisión de Árbitros.

Esta situación la lamenta el ex árbitro Eduardo Brizio, porque le quita transparencia al futbol mexicano y da pie a las suspicacias, la cuales se pueden evitar.

Para acabar pronto, Mancilla no debería estar habilitado para ser el máximo dirigente de los árbitros, de acuerdo con el también comentarista.

“Rafael Mancilla, presidente de la Comisión de Árbitros, era directivo del América, entonces, para darle transparencia al futbol, esas situaciones no deberían existir.

“Debería ser un ex árbitro que no haya tenido nunca nexo con algún equipo. No importa si fue [directivo] del Santos, o del Veracruz, estaría descartado para dirigir a los Árbitros”, explica.

El camino ideal para el arbitraje mexicano —enfatiza Brizio— sería la creación de una Comisión de nazarenos independiente tanto a la Federación Mexicana de Futbol, como a la Liga, que preside Decio de Mará, porque “ya se están tardando”.

En su página oficial de internet, la Femexfut tiene dentro de su organigrama a la Comisión de Árbitros, lo que indica que no existe una independencia de los silbantes con respecto de los socios que componen el balompié local.

Mancilla, en el pasado denunció presiones por parte de las empresas televisivas para fomentar las pifias arbitrales en pos de incrementar la audiencia de los partidos:

“Hay personas, directivos de diferentes televisoras, que he platicado con ellos que me dicen: ‘No me hagas a los árbitros perfectos, por favor, porque me quitas rating’”, dijo.

Medidas para mejorar

Las fallas arbitrales son naturales, porque quienes imparten justicia en el terreno de juego son humanos y nadie puede realizar un trabajo completamente a la perfección.

Sin embargo, desde la experiencia de un ex silbante hay una serie de propuestas para elevar el nivel de los antes llamados “hombres de negro” para mejorar su desempeño.

Pero más allá del uso de la tecnología y de que cada uno de los protagonistas balompédicos asuman que los pifias son parte del juego, Arturo Brizio pide que a los árbitros se les enseñe con instructores de alto nivel y las circunstancias que rodean a los duelos.

“El grave problema es que al árbitro se le remarcan las reglas de juego, pero nadie les enseña a arbitrar, nadie les enseña esos detallitos que rodean a un partido: si un partido puede ser violento, el árbitro tiene que saber de qué pie cojean algunos jugadores, todo eso, no sólo en México, sino a nivel mundial se ha olvidado”, señala el ex silbante dos veces mundialista.

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