PRETORIA.— Durante gran parte de la audiencia Óscar Pistorius mantuvo la compostura; sin embargo, algunas lágrimas aparecieron en su rostro cuando los fiscales lo acusaron por la muerte de su novia Reeva Steenkamp, el pasado 14 de febrero. La acusación no incluye la palabra “premeditado”, pero los fiscales señalaron que tratarán de probar que se trató de un asesinato planeado, no de un arrebato del momento.
La instrucción de cargos reveló nuevos detalles acerca de cómo la fiscalía encarará el caso que ha concitado la atención mundial debido a la celebridad de Pistorius, que superó su incapacitación para convertirse en un atleta de calibre mundial. Su novia, la modelo Reeva Steenkamp, habría cumplido 30 años el lunes. Los fiscales dijeron que Pistorius le disparó “con la intención de matar”. La fiscalía sostiene que la pareja discutió antes de la muerte de la mujer. “Algunos de los testigos oyeron gritar a una mujer, después de lo cual hubo un momento de silencio, tras el cual se escucharon disparos y más gritos”, afirmó la fiscalía en las primeras páginas del documento que entregó a la corte.
El tribunal fijó el periodo del 3 al 20 de marzo para el juicio.
El acusado dijo que disparó contra Steenkamp por equivocación suponiendo que se trataba de un intruso en su residencia en Pretoria.
De ser condenado, Pistorius podría enfrentar cadena perpetua con un mínimo de 25 años. No hay pena de muerte en Sudáfrica.
Los fiscales mencionaron que Steenkamp murió justo pasadas las 3 de la mañana del 14 de febrero de varias heridas de bala, según la autopsia. El estado tratará de demostrar que la pareja pudo haber discutido antes de que Pistorius efectuó cuatro disparos detrás de la puerta de un pequeño baño, tres de los cuales hicieron impacto en la mujer. El acusado, de 26 años, dijo que supuso que Steenkamp estaba en la cama y le gritó que llamara a la policía, creyendo que había un intruso en el baño. Pistorius compareció en el tribunal llorando y tomando de la mano a sus hermanos antes del comienzo del proceso.
Junto con la causa de asesinato, el atleta sudafricano también escuchó una acusación por violar la ley de control de armas de su país.
En Sudáfrica la población puede poseer municiones sólo si tiene licencia para tener un arma, y las balas deben ser específicamente para esa arma. Óscar Pistorius ha reconocido que guardaba municiones de un arma que pertenecía a su padre.
