MONTERREY.- Durante 64 minutos el Benjamín de la Liga mostró una buena cara en uno de los estadios más complicados en el futbol mexicano.

En ese tiempo, la U. de G. se le puso al tú por tú al Monterrey, una de las nóminas más grandes del futbol mexicano. Pero al final, el peso de los Rayados ganó.

Y goleó.

Monterrey derrotó por 3-1 a los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara en la presentación de ambos en el Clausura 2014.

A pesar de que Humberto Suazo falló un penalti, El Chupete como siempre fue factor en el juego al abrir el marcador con un golazo de tiro libre en el amanecer del juego (2’), pero los tapatíos mostrando amor propio y buen juego empataron por conducto del ex americanista Andrés Ríos (21’).

Y el juego fue de menos a más. Iván Vázquez Mellado, portero leonés le paró el penalti a Suazo, pero sólo postergó lo que era inevitable.

Cuestión de tiempo... La figuras de los Rayados comenzaron a pesar. César Delgado mostró que aún tiene velocidad al sacar al portero de su arco para meter el 2-1 (64’).

La U. de G. no tuvo poder de reacción, aunque sí amor propio para buscarlo. Dejó espacios, dejó lugar por donde los delanteros de los regios corrieran y buscaran más que matar... humillar.

Lo intentó por todos lados, lo intentó de todas formas, pero el definitivo se negaba a caer, hasta que cerca del final, Suazo, el hombre del juego, le regaló el que sentenció a Dorlan Pabón (83’), quien regresó de su aventura europea con más pena que gloria, y que ahora, en segunda oportunidad como delantero rayado, deberá mostrar más que algunas florituras.

Así que el regreso a Primera División de los Leones Negros, 20 años después, no fue el más feliz en la sultana del norte.

Fueron derrotados, apaleados y goleados, pero mostraron algo que no han perdido a 20 años de distancia, el amor propio de esos tapatíos, que en los 80 los hicieron más que una comparsa de la Liga. Eso es ganancia.

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