Muchos dicen que cuando el futbol se inventó, el ‘Conejo’ ya estaba ahí. Él sigue jugando.

Con 23 años de profesional... Casi 650 partidos jugados en Primera División y 23 liguillas, Óscar Pérez Rojas, el popular ‘Conejo’, a sus 42 años sigue disfrutando de la portería como el primer día, como desde ese 21 de agosto de 1993, cuando entró en sustitución de Alberto Guadarrama, en ese entonces portero titular de Cruz Azul, en un juego contra el Atlas.

Y todavía vive los partidos como un novato, “intensamente, como si fuera la primera vez”.

Años y años de brega, de triunfos y derrotas, porque en esas 23 liguillas: 19 con Cruz Azul, tres con Pachuca y una con Tigres, sólo ha levantado una vez el título, ese del ya lejano Invierno de 1997 con Cruz Azul.

Mas eso es cosa del pasado.

Esta victoria ante el América la disfrutó como el que más, porque a pesar de su veteranía “no había vivido muchos de estos juegos tan locos, tan dramáticos”, de esos que se ganan de último minuto.

“La verdad esta victoria es de las más dramáticas en mi vida”, acepta el ahora portero del Pachuca, quien también jugó, además de La Máquina, con Tigres, Necaxa y San Luis, y que ahora sueña concluir su carrera con un título más.

“Se dieron las cosas de forma extraña, los goles que fueron cayendo, fue muy loco, muy intenso, es más, ya estaba preparándome para ir a rematar con todo”, recuerda el tres veces mundialista por México, que ya en alguna ocasión anotó un gol de último minuto, tanto en Cruz Azul como en la Selección Nacional... “pero qué bueno que no fue necesario”.

Lo que fue necesario fue irse hasta el último minuto de juego, hasta la agonía, hasta el desenlace para disfrutar... Hasta el polémico penalti.

—¿Creíste que lograrían la hazaña?

“Estaba consciente del equipo que teníamos, del entorno que se ha creado alrededor de nosotros. Tenemos mucha calidad, tenemos gente joven que a pesar de sus pocos años en Primera División, tiene buenas vivencias, algunas Liguillas y ya hasta una final (contra León en el Clausura 2014)... No son unos improvisados”.

Todo es alegría, todo es felicidad, pero también hay tiempo para el análisis, porque los Tuzos, así como ganaron la eliminatoria, así de cerca estuvieron de quedar fuera.

“Hay que ser realistas, dejamos de hacer muchas cosas en el campo. En el segundo tiempo América nos superó, no supimos manejar los tiempos, la pelota, y estuvimos cerca de quedar eliminados. Pasamos y sí, estamos contentos y celebramos, pero al final no hemos ganado nada, sólo el pase a semifinales, no somos campeones”.

—En América se sintieron robados.

“Esos son puntos de vista de cada quien. Hay que aceptar que le ganamos a un gran equipo, al campeón reinante, pero nosotros estamos en nuestra sintonía y nada nos va a sacar de eso”.

A lo largo del torneo, en Pachuca se vivió de todo, “buenos y malos momentos. Muchos partidos nos los ganaron de último minuto, hubo juegos que no merecíamos perder. Creo que de eso aprendimos, los chavos se dieron cuenta de muchas cosas. Esas derrotas del torneo regular, la manera cómo entramos a las finales (en el último juego con gol de último minuto), nos fortalecieron mucho, nos enseñaron mucho... Ahora estamos listos”, advierte el ‘Conejo’. Ya sueña con otro título.

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