Hoy Gallos Blancos inicia una nueva etapa en su historia, etapa decisiva para el Querétaro FC que tiene la oportunidad de trascender, de buscar objetivos más ambiciosos, pero sin olvidarse de que son un equipo unido, donde lo más importante es la institución y la afición.

El estratega del equipo, Ignacio Ambriz, considera que al equipo le hace falta algo, que espera se concrete este Torneo Apertura 2014: un título.

“Creo que las instituciones están por encima los jugadores, de los entrenadores, y yo creo que este club, por lo que le ha tocado vivir, le hace falta algo, y ese algo es el luchar por un título. Creo que los trabajos de los equipos que mantienen una base, que le dan tiempo a un entrenador, siempre tienen una recompensa y espero que este torneo sea la recompensa para el equipo, para la afición que tanto se lo merece y para la ciudad”, apunta en entrevista.

Ambriz señala que no piensa mucho a largo plazo “voy día a día, partido a partido, y así quiero ir, es cierto que tengo que soñar y espero darle una satisfacción a esta gente que se ha portado muy bien conmigo, a esta afición que tenemos.

“Por ahí mucha gente presume de su afición, yo puedo presumir de ella, que me siento muy identificado, porque cuando salgo a la calle y me piden: Profe, pártansela, y les digo: eso tenlo por seguro, porque es esencia mía, así me ha formado el futbol, así me ha formado la vida y me gustaría mucho después de 18 jornadas ver que hice la tarea bien, sentir que esta gente que quiere tanto a sus colores, se sienta orgullosa”, indica.

De los jugadores, apunta que el ambiente al interior es bueno, del “grupo de 16 jugadores que se quedaron, ellos ‘mandan’ dentro de ese vestuario, a lo mejor yo soy un poquito inexpresivo, entonces le pido mucho a ellos... Al principio formé un grupo, hoy te puedo decir que tengo un equipo y con muy buenas bases”.

Se dice sorprendido de la adaptación de Ricardo Osorio y Antonio Naelson Sinha, “que son dos tipos mundialistas con mucha jerarquía dentro del futbol mexicano están contentos, se han adaptado rápido”.

Darle un toque humano al quipo es una parte fundamental, “el apoyo de la gente que está atrás de uno cuando vienen las derrotas, de repente el chico que no juega o que se lesiona son los únicos que al final te apoyan y son los que te dan esa palmadita para seguir adelante”, concluye el estratega y ser humano, Ambriz.

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