Bruselas.— Cuando tuvo lugar el sorteo para definir los grupos del torneo que se celebra en Francia, los ultras rusos fueron claros en las redes sociales para esta Eurocopa.

“No somos débiles como los ingleses con sus playeras de Lacoste y su calzado para dama. Nosotros peleamos en los bosques. Los ingleses no tienen ninguna oportunidad. Rusia es número uno”, escribió en Facebook un hincha que se identificó como Yuri.

Cuatro meses después de la advertencia, en las calles del centro de Marsella, una horda de 150 rusos la hicieron realidad, protagonizando disturbios que estuvieron dirigidos a arrebatarle a los hooligans ingleses el título de “los más violentos”.

Según el experto francés en movimientos radicales al interior del futbol, Sébastien Louis, los hooligans disputan su propia “Eurocopa”, en la que están involucrados no sólo ingleses y rusos, sino polacos, húngaros, eslovacos, checos y croatas. “Desde los ‘80 los ingleses se han mostrado como los más fuertes y eso han querido cambiarlo. Los rusos han sido los primeros en atacar la supremacía inglesa y lo han hecho en Marsella”, asegura Louis.

A diferencia de los ingleses, los hinchas rusos están asociados con movimientos nacionalistas y de ideología neonazis, explica a EL UNIVERSAL Piara Powar, Director Ejecutivo de FARE.

“Los ultras rusos son grupos bien organizados interconectados con grupos de extrema derecha y de aficionados. Los enfrentamientos dentro de los estadios y las peleas organizadas son comunes entre ellos”, afirma.

Otro distintivo —continúa— es que son jóvenes ocupados en su entrenamiento físico, aficionados a las artes marciales y cuyo comportamiento violento no está asociado al consumo de alcohol. Algunos de ellos, incluso presumen haber ido a pelear con los separatistas pro-rusos en el este de Ucrania.

Para el experto del organismo con sede en Londres, el choque violento en Marsella no debe verse como un caso aislado, sino como uno más de la extensa lista de incidentes que ocurren en el futbol ruso, en donde prácticamente todos los equipos más grandes de la Liga rusa: Spartak, CSKA, Zenit y el Lokomotiv- cuentan con su brazo violento.

De acuerdo con el último reporte elaborado por FARE , tan sólo las expresiones racistas se han multiplicado, sumando 93 en la temporada 2014-2015. Lo más preocupante, denuncian las organizaciones, es que las autoridades rusas parecen no estar interesadas en erradicar estos incidentes, ni siquiera cuando serán anfitriones del Mundial en 2018.

“A la fecha, las autoridades estatales han minimizado el problema”, asegura Powar.

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