Adversarios dentro del juego, pero amigos fuera de la cancha. Buscan atraer a las familias, no a la violencia, coinciden América y Club Universidad, previo a su clásico, un partido siempre considerado de alto riesgo.

Bajo el lema “El futbol es un juego, disfrútalo en la tribuna y fuera de ella”, el entrenador del América, Miguel Herrera, en compañía de su portero Moisés Muñoz, se reunieron en las instalaciones del Estadio Azteca con el técnico Antonio Torres Servín y el mediocampista Martín Romagnoli, ambos en representación de Pumas, para abogar por la seguridad y el buen espectáculo.

“Queremos familias disfrutando de este clásico, ya que se jugará con entrega y determinación. No queremos violencia, sino un juego blanco y limpio en las tribunas”, apunta El Piojo Herrera.

Por su parte, el argentino Martín Romagnoli asegura que un América-Pumas se respira desde antes: “Se vive intensamente, la gente lo hace sentir así en la calle, te dicen que a un rival como América hay que ganarle”, expresa el mediocampista felino, quien enfatiza en que no quiere ningún incidente, “se le invita a la afición a disfrutar del evento, que México sea un escenario sin violencia”.

Posteriormente, el guardameta Moisés Muñoz apuntó sobre la motivación que tiene de ver al Coloso de Santa Úrsula a tope.

“Nos encantaría un lleno, es importante. Está la invitación para que las aficiones asistan. Para nosotros no hay mejor marco que un estadio lleno para un América-Pumas, esa es una gran motivación”, asegura Muñoz.

Por otro lado, sin caer en polémica para mantener la paz entre instituciones, Torres Servín hace caso omiso a burlas mediáticas que intentan calentar el clásico del próximo sábado en el Estadio Azteca. “No me molesta, es picardía, así pasa con un partido que se vive desde antes. Estoy contento por mi primer clásico [ante América como entrenador], vamos a proponer y morirnos en la cancha para seguir sumando”, expresa el timonel auriazul.

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