SAN ANTONIO.— El Saúl Canelo Álvarez (41-0-1, 30 KO) del próximo sábado será diferente. Uno con más recursos técnicos, que no se base tanto en su golpeo. Será unn Canelo con velocidad. Eso es lo que augura el propio boxeador tapatío para este fin de semana cuando enfrente al estadounidense Austin Trout (26-0, 14 KO), debido a la condición zurda que presenta el estadounidense.

“Siempre vienen cosas nuevas en las pelea y ahora me van a ver de otra manera, en otro estilo porque Trout es zurdo. No creo que me hayan visto con un boxeador zurdo, ahora me verán en otra faceta, porque voy a tener que trabajar mucho y pensar mucho más arriba del cuadrilátero”, advierte el pugilista mexicano, en una charla a un costado del histórico Álamo de San Antonio.

Saúl el nuevo taquillero en Estados Unidos. El que ya rebasó las 40 mil entradas vendidas para su afrenta de este 20 de abril en el Alamodome. El que ya no puede ni cruzar la calle, de un auto a un ring temporal, para un entrenamiento público sin recibir cientos de solicitudes para una foto, una rúbrica o sólo para tocarlo.

“Me imaginaba posible una entrada así, pues cuando venimos a promocionar la pelea, vimos el gran apoyo de la gente y sabía que iba a tener esta respuesta. No de esta magnitud, pero me siento muy contento por el apoyo”, reconoce el campeón mundial superwelter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Este sábado estará en juego su corona por sexta ocasión en una afrenta de invictos y monarcas en las 154 libras. No Doubt Trout es también campeón pero por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y también pondrá en juego su cinturón. Un duelo que ha levantado interés entre varios aficionados de origen mexicano en San Antonio por ver a Saúl y la habilidad que pueda tener ante un peleador zurdo.

“Me acoplo muy bien a los boxeadores zurdos, soy un pugilista que se sabe adaptar a los estilos y eso es una gran ventaja. Obviamente, en una pelea es diferente, pero siempre digo que no soy un peleador de gimnasio. A veces en el sparring, me meten más las manos que peleando. Pero cuando me quito la careta es cuando sale lo mejor de mí”, se analiza y advierte el pugilista tapatío.

Ayer, se presentó para dar un entrenamiento público en un ring colocado frente a los restos del fuerte del Álamo, un edificio importante en la historia estadounidense y mexicana. Ahí pudo convivir con cientos de personas que se dieron cita para verlo de cerca y recibir un autógrafo.

Antes del evento, trabajó un poco de sombra. Álvarez ya se encuentra a tan sólo una libra arriba de lo permitido. Lo único que busca es la tranquilidad, pero las ansias lo inundan por ya estar arriba del ring y poder intercambiar impactos con Trout.

“La única predicción que puedo hacer es que voy a ganar de cualquier manera, ya sea por decisión o nocaut. Me preparé para todo y busco quitarle el invicto [a Austin]”, acota.

No es el mismo Canelo, ahora se ve más seguro de sus cualidades, seguro de la estrategia que perpetrará para alcanzar una vez más la victoria.

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