Las segundas oportunidades, al final, sí fueron buenas. Y es que el campeón del futbol mexicano, el León, está lleno de eso: de jugadores, técnicos y hasta directivos que vieron en La Fiera otro chance para relanzar su carrera.

En algunos casos, no todo sale bien la primera vez, pero el ser humano aprende de esos fracasos. Los protagonistas del gran torneo leonés, lo reconocen.

“Si salí de Querétaro, es porque León estaba en mi camino”, dijo el técnico reinante Gustavo Matosas, quien resurgió de sus cenizas.

Matosas fue campeón en Uruguay en el Danubio, en 2007, para después deambular por varios equipos de su país, de Perú y de México sin suerte. Salió de Gallos inexplicablemente, y sin nuevas oportunidades en Primera División apostó por irse a Segunda, con el León, en donde aguantó de todo, hasta un año sin dirigir, para ahora festejar en todo lo alto, sin duda: “El destino me tenía guardado al León”.

"El Patrón"

Rafael Márquez, el capitán de León y de la Selección Nacional, tampoco se escapa de estos ánimos de revancha. Márquez, al salir del Barcelona navegó en la instrascendencia de la MLS al fichar con el Red Bulls de Nueva York. El central salió del equipo de La Gran Manzana por la puerta de atrás, envuelto en indisciplinas y disputas con sus compañeros de equipo. Su llegada a León vino a reverdecer sus laureles y hasta volvió a ser infaltable en la Selección Nacional.

El resto de la manada

Y la mayoría de los jugadores leoneses tienen su historia: el portero William Yarbrough fue el elegido por el propio Miguel Calero para ser su heredero, mas la directiva de los Tuzos lo relegó al León, para darle entrada a Rodolfo Cota. “Los tiempos de Dios son exactos. Él pone a cada quien en su lugar cuando debe ser. Si antes no se dio —el jugar en Primera División—, era porque me esperaba esta gran oportunidad”, dijo el portero.

Matías Britos, el uruguayo que no se cansa, y que llegó al León cuando el equipo estaba en el descenso, ahora ve con nostalgia aquellos años de sufrimiento.

“Cuando llegué a León, hace un año y medio, la gente sufría, lloraba por una oportunidad en Primera, y ahora, la realidad es que no puedo creer que haya pasado tanto tiempo. Estábamos muy abajo, y ahora estamos más arriba que todos”, apuntó el delantero.

Acepta que si bien, la Fiera no es Cenicienta, “el vivir todo eso, estar en Segunda y ahora ser campeones, es algo qe aún no lo puedo creer, lo vivo, pero no lo puedo creer”.

En la cuestión directiva, también hay segundas oportunidades. Arturo Elías Ayub fue bicampeón en 2004 cuando era presidente del Club Universidad. Su salida de los Pumas fue intempestiva, pero su vuelta al futbol, ahora como copropietario de León, exitosa.

Y es que segundas partes sí pueden ser buenas. La clave es tener ánimos de revancha y saber que cuando uno se cae, al final, es sólo una oportunidad, para volver a leventarse.

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