La larga espera por ver rodar los autos de Fórmula Uno de nueva cuenta en el país por fin terminó en este 2015. El Gran Premio de México retornó al calendario de la Gran Carpa, y el público respondió al llamado.

Miles de aficionados llenaron las gradas de un remodelado Autódromo Hermanos Rodríguez para presenciar una carrera que no se realizaba desde hace 23 años.

Tuvo que venir la coordinación de Grupo CIE como promotor del evento, el respaldo de la familia Abed bajo su supervisión como OMDAI-FIA, el impulso de un fuerte patrocinador como los Slim y la venia del gobierno en todos sus niveles para concretar el proyecto F1.

Fueron 14 meses de remodelación de un trazado bajo la supervisión de la empresa Tilke, que vio cómo los días se agotaban de manera angustiante para terminar la obra. Incluso, la certificación de la pista se dio tan solo unos días antes de iniciar actividades con las primeras prácticas, el 30 de octubre.

La efervescencia entre la afición por ver a los poderosos autos de la categoría reina del deporte motor empezó con sus multitudinarias asistencias para rodadas de exhibición que hicieron las escuderías de Red Bull y Ferrari, en el Zócalo y Paseo de la Reforma, respectivamente.

Ya a unos días de la carrera celebrada el 1 de noviembre, todos los protagonistas se dejaron abrazar por la cultura mexicana.

El británico Lewis Hamilton luchó contra Místico en la Arena Coliseo, el australiano Daniel Ricciardo cantó con mariachis en Garibaldi, el español Fernando Alonso fungió de taxista en la capital, su compatriota Carlos Sainz se subió a una chinampa, Sergio Pérez jugó futbol y Esteban Gutiérrez impartió clases de español a sus compañeros de Ferrari, el alemán Sebastian Vettel y el finlandés Kimi Raikkonen.

Ya en la carrera, fue el teutón Nico Rosberg el que se llevó la victoria, escudado por Hamilton, para demostrar el músculo de Mercedes que prevaleció como un dominador absoluto a lo largo del año. En el DF, Rosberg se llevó la pole position y no hubo nadie quién pudiera meterle algo de presión.

Contra todo pronóstico, el asfalto del Autódromo Hermanos Rodríguez, conjuntado con el factor de la altura en los motores turbo provocó las velocidades tope más altas registradas en la campaña 2015. El venezolano Pastor Maldonado, con su Lotus, alcanzó los 366.4 kilómetros por hora el día de la carrera.

Pero fueron detalles como el cambió de podio de la tradicional recta principal al colosal Foro Sol, el entusiasmo del público, la entrega para apoyar a Sergio Pérez, las ‘grid girls’ mexicanas vestidas con diseños de casa, y varios aspectos más los que convirtieron al Gran Premio de México en un evento único dentro del calendario del serial compuesto por otras 18 ciudades más.

Como prueba, la FIA reconoció a la carrera como “el evento del año” y a CIE como “promotor de año”, en la tradicional gala de premiación del organismo rector del automovilismo que realiza a final de año para reconocer a lo más destacado del mundo de las carreras.

El GP mexicano tiene firmado un acuerdo con Bernie Ecclestone, jefe comercial de la F1, para realizarse por cuatro años más, que se vislumbran prometedores.

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