Las lágrimas de Gianluigi Buffon confirmaron una amargura que no conocía Italia desde hace 60 años: quedarse sin participar en el Mundial.

El combinado azzurro confirmó la debacle absoluta, no pasó del empate 0-0, contra Suecia, en el partido de vuelta de la repesca para acceder al Mundial por lo que, en virtud del 1-0 sufrido en la ida, no consiguió clasificarse para la Copa del Mundo.

La Azurra faltará a su primer Mundial desde 1958. Tan sólo en esa ocasión, curiosamente en Suecia, y en la primera Copa del Mundo, disputada en Uruguay en 1930, a la que no acudió pese a estar invitada, la máxima competición futbolística no contó con el conjunto transalpino.

Italia buscó con todo el gol para forzar como mínimo la prórroga en el duelo del estadio San Siro de Milán, pero no consiguió romper la sólida defensa de Suecia que, por su parte, volverá a jugar un Mundial tras perderse las últimas dos ediciones.

Es uno de los momentos más negativos de la historia de la selección Azzurra, cuatro veces campeona del mundo, y de su capitán Gianluigi Buffon, quien terminó entre lágrimas su historia personal con el equipo nacional de su país tras 20 años de carrera.

A esa separación de unieron Andrea Barzagli y Daniele de Rossi. 

Buffon no podrá disputar su sexta Copa del Mundo. A sus 39 años, tras dos décadas y 175 partidos, confirmó tras el duelo ante los suecos que se retira de la selección. Lo anunció entre lágrimas.

“Tenemos a [Gianluigi] Donnarumma, (Mattia) Perin y otros grandes porteros. El tiempo pasa y es justo que sea así. Siento que mi último partido oficial sea esta eliminación“, señaló el arquero.

El arquero se refirió al seleccionador Giampiero Ventura: “Tiene la misma responsabilidad que nosotros de no ir al Mundial. Todos somos responsables. Ganamos juntos y perdemos juntos”.

“Un abrazo a todos, en especial a los que han compartido conmigo este maravilloso viaje“, añadió el campeón del mundo en 2006.
Antes del partido, Buffon dejó un último gesto de grandeza: mientras el público del Giuseppe Meazza silbaba el himno sueco, el arquero rompió a aplaudir.

Sus dos subidas a rematar un tiro de esquina en el tiempo adicional quedarán en el recuerdo de una última y triste noche con el brazalete de la Azzurra.

El presidente de la Federación italiana de Futbol (FIGC), Carlo Tavecchio, se tomará 48 horas para pensar sobre el futuro, tras el bochorno.

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