Una joven australiana de 23 años fue corneada este domingo en el tórax y es la quinta mujer -todas ellas extranjeras- que sufre una herida por asta de toro en los encierros de Pamplona, en los que, durante gran parte de su historia, se vetó el acceso a las corredoras. La primera herida se produjo en 1990 y en estos 23 años, tres norteamericanas, una noruega y la australiana de hoy completan la relación de corneadas durante los populares Sanfermines, las fiestas más internacionales de España, que tienen al toro como protagonista. La participación de mujeres en los encierros de San Fermín sigue siendo escasa, aunque va en aumento año tras año. De hecho, hasta 1974 su acceso estaba prohibido por un bando del 1 de julio de 1867. Cuando se levantó la prohibición se abrió la puerta "legal", pero en la práctica las autoridades municipales seguían impidiendo su entrada al recorrido. Con los años, las mujeres fueron saltando los obstáculos que les impedía acceder a los encierros y hoy es ya una imagen habitual la presencia de corredoras en las calles al paso de los toros. Así, era inevitable que las corredoras pasaran a engrosar las listas de heridos por asta en el encierro. Esta circunstancia se produjo por primera vez el 14 de julio de 1990, cuando un toro corneó en el glúteo a la norteamericana Stephanie Kern. Un año más tarde, el 8 de julio de 1991, la noruega Anne Karlin Kvan, de 24 años, se convirtió en la segunda mujer corneada en un encierro de Pamplona. Pasaron diez años sin que se repitiera un hecho similar hasta que, el 7 de julio de 2001, la joven estadounidense Jennifer Smith, de 29 años, recibió una cornada en el muslo derecho durante la carrera. La cuarta corneada fue la joven de 19 años Elinzeey Sain, de Kansas (Estados Unidos), que el 7 de julio de 2002 sufrió una herida por asta en la rodilla izquierda.

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