“Si me apuras y tengo que decidir, a quien no movería sería al portero, porque fuera de ahí...”.
Alberto Guerra, director técnico quien en 1989 dirigió a la Selección durante tres partidos, alza la voz.
Para Guerra, quien fue campeón con Chivas en la temporada 1986-87, es momento que en el Tri, “se asuman culpas y se encuentren respuestas. La situación sí es muy preocupante”, apunta.
“Desde el primer empate a cero en el Estadio Azteca debió sonar la alerta. Ahí la situación preocupaba, ahora ya es grave”, analiza el entrenador.
El técnico reparte responsabilidades: “Uno tiene que asumir sus propias culpas. La ausencia de gol no se puede disfrazar. Los rivales están en su derecho en jugar atrás, lo que le corresponde es buscar las herramientas para abrirlos. Parecería la panacea, pero siempre nos juegan así. Si no hay respuesta después de tres juegos, es preocupante”.
Hay mucho qué cambiar, “pero a quien no movería sería al portero [José de Jesús Corona], porque fuera de él... Si no hay un cambio de ritmo, si no se generan opciones, algo no está bien. Se tiene que atacar a fondo. Chepo [José Manuel de la Torre] debe estar preocupado y debe de mover lo que sea”.
Guerra no quiere ser negativo, espera que México califique a la Copa del Mundo, pero “si pasa [quedar eliminados] serviría para encontrar solución a los grandes males. Ya nos ha pasado [no ir al Mundial], y seguimos en lo mismo. Procuramos la mercadotecnia encima de lo deportivo; seguimos viendo los beneficios económicos por encima de los aspectos que hacen crecer al futbol; seguimos pensando que podemos competir con potencia y no somos capaces de marcar superioridad en la Concacaf. Si no aprendemos a ganar en nuestra zona, sí es para preocuparse.”