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“Si Boy no puede, que renuncie”

“Si Boy no puede, que renuncie”
12/10/2012 |01:39
Redacción Querétaro
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GUADALAJARA.— El ex director técnico del Atlas, Juan Carlos Chávez, hizo frente a las críticas que lanzó Tomás Boy sobre su trabajo, cuando estaba al frente de los Rojinegros.

“No puede ganar y ahora resulta que el responsable soy yo. Tengo como 45 días que salí del equipo, en ese tiempo tendrías que ponerte a trabajar en lugar de quejarte. No sé si mandarle el mensaje a Tomás de que, si no puede que renuncie”, aseveró La Pájara, molesto porque el actual estratega rojinegro se ha querido curar en salud a sus costillas.

Chávez reprochó las violaciones al código de ética de parte del afamado Jefe Boy, quien ha pretextado múltiples defectos en el trabajo de La Pájara y sus críticas no han cesado.

“Cuando llegué al Atlas se fue Rubén [Omar Romano]. A mi arribo, los problemas tanto en la porcentual como de tipo económico, no me quejé de Rubén, lo único que hice fue ponerme a trabajar antes de vociferar, no sé si mandarle el mismo mensaje a Tomás de que si no puede, que renuncie, porque lo que está haciendo es lastimar gente”, opinó.

Enseguida, Juan Carlos Chávez recordó que las principales quejas de Boy han ido enfocadas a la condición física del plantel: “Es muy injusto y triste que se cambie el discurso día a día. Cuando llegó dijo que no entendía el cambio de técnico, que encontraba un buen equipo”, pero como los resultados no le han acompañado “ahora resulta que el problema era el que el cuerpo técnico anterior tenía mal físicamente”.

Además denunció que en el último partido que él dirigió al Atlas, Leandro Cufré jugó los 90 minutos: “Yo no lo desgarré, fueron ellos [la gente de Boy]”. Y en esa sintonía citó que Hugo Rodríguez y Juan Pablo Vigón estaban sanos antes de su partida. “Ahora quieren echar culpas y responsabilidades, por lo que se me hace muy injusto y más de quien viene”.

Por último, aseguró que él dejó un plantel sano con un solo lesionado (Sergio Amaury Ponce) y un evento desagradable, por la indisciplina de Alonso y Bolaños de abandonar la concentración, a quienes él iba a correr, pero los salvó El Jefe.