Noche de conclusiones y aprendizaje. La más importante: si logran mantener a Hirving Lozano en el rol protagónico, el chico puede ser la llave para que Mexico logre algo importante en la Copa del Mundo. Entre lo que preocupa del empate de ayer ante Bélgica (3-3) está la descoordinación en la zona de seguridad. Con una defensa titular de tan pocos minutos en sus clubes, resultan hasta normales los errores que comenten, sin que deje de ser una alerta.

Dos goles del atacante del PSV Eindhoven y una acción más que pudo liquidar el partido en favor de México. La personalidad la puso Lozano, el futbol Eden Hazard, la contundencia Romelu Lukaku y, para el cuadro mexicano, Andrés Guardado marcó el liderazgo que se espera de él. Luego está el tema del manejo de partido cuando estás en ventaja sobre una selección como Bélgica. La igualada puede saber a más azúcar que sal. Y sin dejar de ser un amistoso, igual se falló con mucho a favor.

La fría noche en el Rey Balduino se calentó rápido con el potencial ofensivo de los belgas, quienes de mediocampo hacia adelante fueron la prueba que se esperaba. Tan complicados de marcar por la calidad de sus futbolistas como por las falencias de los tricolores, quienes al 17’ fueron superados por Lukaku, quien disparó fuerte, cruzado. El balón fue desviado por el meta Guillermo Ochoa, pero Hazard —completamente atento y muy metido en la dinámica que demandó el partido— abrió el marcador ante la absorta mirada de los defensores visitantes.

Esta primera anotación cayó después de que Carlos Salcedo perdiera un balón en zona ofensiva y la zaga mexicana quedara con un desajuste que se presentó un par de ocasiones más durante la primera mitad, sin que diera mayor ventaja a los locales.

México lo empató con un penalti bien ejecutado por Guardado —previa falta sobre Javier Hernández—. Así se fueron al mediotiempo y las cosas no pintaban tan positivas.

Pero entonces apareció Lozano, el que buscaba Osorio y, con toda la picardía que lo ha convertido en el mejor jugador mexicano del momento, le dio la vuelta al marcador en dos ocasiones (56’ y 60’), luego de que Lukaku había adelantado a los de casa al 55’.

Fueron dos explosiones de calidad por parte del atacante, quien no iba a iniciar este partido, pero al final fue avisado de que lo haría. Y funcionó, de no ser por una última oportunidad que tuvo para amarrar la victoria, un pequeño pecado para el mejor hombre de México.

Lukaku, al 70’, volvió a empatar el marcador, tras una falla de concentración y mal acomodo después del ingreso de Jürgen Damm, quien no aviso rápido a Lozano que tenía que cambiarse de banda. Hasta en eso apareció Hirving, quien no sólo fue el hombre del partido para una Selección Mexicana que no puede cometer el error de dejar todo en los pies de este joven, pero que puede arroparlo, mejorar y aspirar a algo más.

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