En España, las parejas de futbolistas mexicanos han terminado por ser disfuncionales. Fracasa uno o los dos, y sus equipos suelen andar mal. Giovani dos Santos y Javier Aquino, ahora en el Villarreal, van por terminar esa maldición; su afición les va a exigir que así sea.

“Siempre va a existir presión, se espera algo extra, algo especial de los extranjeros. Te tratan bien [los aficionados], te exigen como debe ser. No son injustos, porque es su equipo y quieren tener buenos resultados”, avisa Manuel Vidrio, ex defensa y quien tuviera un desafortunado paso en el Osasuna de Pamplona, junto a Carlos Ochoa, en la campaña 2002-03.

Siete duplas tricolores han intentado conquistar la Primera División española a lo largo de la historia. Mismas que han fallado en su meta de sobresalir juntos, porque han quedado a deber.

La pareja de Luis de la Fuente y Manuel Alonso (1934-35) fue la primera que probó fortuna en el Racing de Santander, pero terminaron la Liga en penúltimo sitio.

Fue hasta la temporada 1986-87, cuando coincidieron de nuevo dos tricolores: Luis Flores y Manuel Negrete. El Sporting de Gijón al que pertenecían fue cuarto general, pero el ex volante terminó confinado en la banca.

“Las circunstancias de Luis [me afectaron], por algunas de sus situaciones personales y cuando él se va del equipo, ya no tuve la participación que yo quería para demostrar que nos conocíamos y que podíamos hacer buenas cosas como pareja”, rememora Negrete, quien asegura que no tuvo la confianza de su entonces técnico, José Manuel Díaz Novoa.

En 2007-08 se juntaron Rafael Márquez y Gio en el Barcelona. Quedaron en tercer sitio de la Liga española y no pudieron conquistar la Champions League. El zaguero fue constante, pero el atacante apenas hizo tres anotaciones en la competición española.

Al año siguiente, Omar Bravo y Andrés Guardado formaron parte del Deportivo La Coruña. El Principito jugó 29 partidos en el cuadro gallego, que terminó en séptimo lugar; Bravo sólo disputó siete, con dos anotaciones.

En 2009-10, Rafael Márquez y Jonathan dos Santos compartieron de manera efímera vestuario con los culés, pero Jonathan apenas vio acción en el primer equipo.

La última pareja tricolor en la Primera División ibérica fue la de Efraín Juárez y Pablo Barrera en el Zaragoza (2011-12); ambos fueron cuestionados, al grado que el lateral se fue del equipo a los seis meses.

Es el turno de Giovani y Aquino en el Villarreal, quienes deben tener, según Manuel Vidrio, “carácter, temperamento y resultados, porque lo que nos avala son los resultados y la fuerza mental; van a triunfar sin problemas”.

Si lo logran marcarán un hito tricolor en la Liga de las Estrellas.

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