TORREÓN.—Visiblemente emocionado, Jesús Martínez apenas tiene unas palabras para describir el momento que vive como dueño del Pachuca: “Afortunadamente llegamos a otra final, y a ver si la podemos ganar”, dijo el accionista mayoritario de Grupo Pachuca, en el sótano del estadio Corona, luego de que su equipo lograra el pase a la final con un agónico 4-4 global.
El empresario, socio de Carlos Slim, estuvo acompañado en su palco por Andrés Fassi, vicepresidente del club, quien al borde del llanto quiso expresar su optimismo de cara a la gran final que puede ser en contra del hermano menor de los Tuzos, los Esmeraldas de León.
“Esto es parte de un proyecto que siempre hemos buscado, sea sólido. Ahora esperamos ser dignos finalistas”, dijo el incondicional mano derecha de Martínez Patiño.
Mientras Enrique Meza, mencionó que pese al sufrimiento de su escuadra “merecemos estar en la final”, y no quiso decir con qué equipo le gustaría jugarla: “Ninguno me gusta”, bromeó.
Caixinha, ‘explica’
El técnico de Santos, Pedro Caixinha, dijo que la seña que le hizo al árbitro Marco Rodríguez fue para manifestar “su miedo y falta de personalidad”. Sin embargo, con tono irónico, le deseó “un gran Mundial, porque creo que es el único que va a representar a México en ese ámbito”.
Negó recordar el por qué tuvo un altercado con un aficionado, “a lo mejor me dijo que no podíamos remontar”.
En tanto, Oswaldo Sánchez habló acerca de su expulsión: “Nunca insulté a Marco, la expulsión fue rigorista. Es una jugada donde los dos vamos a buscar la pelota, y tanto él [Enner Valencia] como yo nos cubrimos de algún contacto. No creo que me haya enseñado la roja con alevosía y ventaja, pero tengo como ocho expulsiones en mi carrera y cinco de ellas han sido por parte de Marco”.