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José Manuel de la Torre ha sacado de su manga el as que muchos pronosticaban, lo que no significa que haya perdido valor para el director técnico de la Selección Mexicana, quien echará mano —durante la etapa crucial del camino rumbo a Brasil 2014— de uno de los futbolistas más rentables y carismáticos en el medio nacional.
El de Christian Giménez es el nombre que acapara reflectores en la lista del Chepo para el amistoso del miércoles, en Nueva Jersey, frente a Costa de Marfil. Esperada aparición desde el 9 de julio, cuando se convirtió en una opción obvia para el atribulado combinado, al recibir su documento de naturalización.
Argentino de nacimiento, pero sin minutos con la Albiceleste en partidos oficiales, El Chaco sólo tendrá una oportunidad para mostrar que puede marcar diferencia en el Tricolor, al que se le agotó el margen de error dentro de la eliminatoria rumbo a la máxima justa futbolística del planeta.
Con sólo cuatro partidos por jugar en el Hexagonal Final de la Concacaf, los dirigidos por De la Torre se ubican en el tercer puesto, gracias a ocho puntos logrados. Tienen uno más que Honduras, representativo al que recibirán —en el Estadio Azteca— el viernes 6 de septiembre.
Difícil panorama que puso en entredicho la continuidad del estratega, pero el volante cruzazulino aplaude que se le haya dado otro voto de confianza y ahora se compromete a ayudarlo para lograr el máximo objetivo en su proceso.
“[Mantenerlo] es la decisión correcta. Es un respaldo bastante fuerte para el entrenador y los jugadores”, considera Giménez, en charla con EL UNIVERSAL. “De ahí en adelante, es sacar esto. Intentar llegar al Mundial que viene”.
Sueño al que se aferrará ahora que se le han abierto las puertas de la Selección Nacional.
Giménez está consciente de que su llamado se presenta en el trance más álgido del actual proceso tricolor, pero no considera que la causa esté perdida. El primer paso será tener una buena actuación contra los africanos, lo que le permitirá ganarse la repetición entre quienes serán considerados para enfrentar los cinco días más trascendentales de la era Chepo, esos en los que se jugará ante los catrachos como local y se visitará a Estados Unidos en Columbus, Ohio.
“[De la Torre] es un entrenador muy capaz, todo el mundo lo habló”, recuerda El Chaco. “Obviamente, está viviendo un momento bastante difícil, pero los únicos que lo pueden sacar adelante son su cuerpo técnico y los jugadores”.
“Cuando las cosas están mal, tenemos que apoyar, es lo que nos corresponde a todos, porque es difícil la situación que se está viviendo, pero la única manera de salir adelante es estar todos unidos”.
Además de aportar el talento que ha seducido al entrenador nacional.
Su condición de naturalizado le coloca involuntariamente en el ojo del huracán, al igual que a Damián Álvarez, a quien el entrenador nacional ya había convocado en febrero de 2012, para un amistoso frente a Colombia, mas sabe que es una lucha que no le corresponde. Lo de él estará dentro del lienzo verde.
“Trato de dar lo mejor en mi equipo; si lo hago y el director técnico ve que tengo condiciones para estar en la Selección, bienvenido sea”, remata el as que todos esperaban ver salir de la manga del Chepo. Es momento de que ofrezca resultados, sobre todo durante los cruciales choques ante Honduras y Estados Unidos.